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Una nariz electrónica detecta cuándo hay rechazo a un trasplante de pulmón

Este hallazgo podría ayudar a los médicos a detectar rechazos en etapas tempranas, de forma que se puedan administrar tratamientos para impedir el empeoramiento

Una investigación que se acaba de presentar en el Congreso Internacional de la Sociedad Respiratoria Europea muestra el desarrollo de una potente nariz electrónica que es capaz de detectar, con un 86 % de precisión, cuando un trasplante de pulmón está comenzando a fallar. Este hallazgo podría ayudar a los médicos a detectar rechazos en etapas tempranas, de forma que se puedan administrar tratamientos para impedir el empeoramiento. No obstante, serán necesarias más investigaciones antes de que esta eNose se pueda usar en clínica.

“Alrededor del 50% de los pacientes con trasplante de pulmón son diagnosticados con disfunción crónica del aloinjerto (CLAD) o rechazo crónico dentro de los cinco años posteriores al trasplante. El rechazo crónico sigue siendo la causa más importante de muerte después del trasplante de pulmón y, por el momento, no hay ningún tratamiento disponible para revertirlo”, ha explicado Nynke Wijbenga, estudiante de doctorado y médica técnica en el Centro Médico de la Universidad Erasmus de Rotterdam, en Países Bajos.

“Una vez que se ha confirmado el rechazo crónico, los pacientes pueden sobrevivir en promedio entre uno y cinco años. Un trasplante podría ser un último recurso para pacientes específicos con rechazo crónico avanzado. Por lo tanto, es de suma importancia evaluar si podemos predecir o diagnosticar la disfunción del trasplante de pulmón en una etapa temprana, posiblemente permitiendo un tratamiento temprano más exitoso”, ha dicho.

Es un pequeño dispositivo que contiene sensores para detectar sustancias químicas llamadas compuestos orgánicos volátiles (COV), que están presentes en aproximadamente el 1% de nuestro aliento exhalado

En la actualidad, el diagnóstico de CLAD puede llevar varios meses. Los médicos evalúan la función pulmonar en cada visita y la comparan con la mejor función pulmonar máxima lograda después del trasplante. Si baja al 80 % o menos, investigan más a fondo para excluir las causas que podrían responder al tratamiento, como una infección pulmonar que podría tratarse con antibióticos. El rechazo crónico solo puede confirmarse después de estas investigaciones y si el deterioro de la función pulmonar persiste durante tres meses.

Así funciona

El eNose es un pequeño dispositivo que contiene sensores para detectar sustancias químicas llamadas compuestos orgánicos volátiles (COV), que están presentes en aproximadamente el 1% de nuestro aliento exhalado y pueden variar según los procesos metabólicos que ocurren en todo el cuerpo o algunas partes como los pulmones. Cuando los pacientes exhalan en el eNose, los sensores no solo detectan el patrón de COV en la respiración, sino que también corrigen los resultados para tener en cuenta el aire ambiente que se ha inhalado. Los resultados se analizan mediante algoritmos de aprendizaje automático y la “huella del aliento” se puede utilizar para identificar varias enfermedades pulmonares.

Para validar el funcionamiento de la nariz electrónica, los investigadores reclutaron a 91 pacientes con trasplante de pulmón, tomaron una medición de eNose de cada paciente y luego compararon sus resultados con los diagnósticos habituales que ya se les habían realizado. En el 86% de los casos, los investigadores encontraron que eNose podía discriminar entre los 68 pacientes que tenían trasplantes de pulmón estables y los 23 pacientes que tenían CLAD.

“Estos resultados sugieren que eNose es una herramienta prometedora para la detección de CLAD”, ha detallado Wijbenga. “Sin embargo, se requiere más investigación antes de que pueda usarse en la clínica. Necesitamos evaluar si las mediciones repetidas en los mismos pacientes pueden proporcionar diagnósticos más precisos e incluso predecir el CLAD antes de que tenga lugar. Además, necesitamos confirmar nuestros resultados en otros grupos de pacientes. No obstante, nuestro objetivo es desarrollar esto como una técnica para un uso generalizado en toda Europa”, ha concluido.

Fuente: consalud.es