Un robot nos transporta virtualmente a donde no estamos
Un robot de telepresencia virtual permite a los usuarios navegar virtualmente en entornos remotos en tiempo real. Hace posible ver lo que está sucediendo en una ubicación remota como si realmente se estuviera allí.
Investigadores del VR Siddartha Engineering College de la India han creado un robot de telepresencia virtual que brinda imágenes en tiempo real de todo aquello que está sucediendo en una ubicación remota. No solamente aporta la información visual, sino que además permite navegar y moverse por el lugar como si el usuario estuviera presente en dicho sitio, siguiendo los movimientos de su cabeza.
Según un artículo publicado en Tech Xplore, la innovación incluye un dispositivo robótico con una cámara incorporada y conectividad Wi-Fi. El robot captura videos y permite verlos de forma instantánea en un teléfono inteligente, en cualquier navegador de Internet instalado en un ordenador o mediante auriculares de realidad virtual (VR). Teniendo en cuenta las tecnologías utilizadas, se trata de un desarrollo relativamente económico que podría aplicarse a un uso masivo.
Aunque los dispositivos de telepresencia virtual, los robots y drones que capturan imágenes en espacios de difícil acceso y otras tecnologías relacionadas como las videollamadas holográficas prometen revolucionar la comunicación en las próximas décadas, eliminando por completo las limitaciones espaciales, aún presentan un problema: generalmente son alternativas muy onerosas.
Sencillo y accesible
Por el contrario, este dispositivo desarrollado por un grupo de jóvenes especialistas de la India parece revertir esa ecuación: solamente emplea la cámara mencionada, un microcontrolador y una minicomputadora sin pantalla, artefactos que pueden conseguirse en el mercado a un precio relativamente accesible. ¿Será este nuevo robot de telepresencia virtual el enfoque ideal para masificar esta clase de alternativas tecnológicas?
Según sus creadores, la gran ventaja del nuevo robot es su experiencia de uso: logra que la persona se sienta como si estuviera presente en el lugar monitoreado, ya que la cámara a bordo del robot se mueve de acuerdo con los movimientos de la cabeza del usuario. En definitiva, el enfoque elegido permite ver el entorno en realidad virtual como si realmente se estuviera recorriendo y navegando.
Además, cada detalle capturado por la cámara incorporada al dispositivo se puede transmitir directamente al teléfono inteligente del usuario. Con el complemento de una caja de realidad virtual o de un auricular con la misma tecnología, la experiencia puede volverse incluso más real e inmersiva. Si a esto le sumamos la posibilidad de manejar las imágenes con los movimientos de nuestra cabeza, podría decirse que el dispositivo se transforma en una verdadera “extensión” del cuerpo del usuario.
Movimientos e imágenes
Para lograr el control de las visualizaciones mediante los movimientos de la cabeza, los especialistas no requirieron una gran innovación tecnológica, sino simplemente una adaptación inteligente de dos herramientas de fácil acceso: los acelerómetros y los giroscopios incorporados en toda clase de teléfonos móviles, incluso de aquellos más económicos. Estos sensores pueden determinar la posición y orientación de un objeto, permitiendo que el robot gire de acuerdo a las imágenes que se quieran obtener.
Los datos que obtienen el acelerómetro y el giroscopio se transfieren a la microcomputadora y luego se utilizan para controlar los movimientos de la cámara del robot. De esta forma es posible comprobar que exista una coincidencia con los movimientos de la cabeza del usuario, según explican los especialistas en las conclusiones de su estudio, recientemente publicado en la revista Advances in Systems Engineering.
Las aplicaciones de este tipo de tecnologías incluyen el desarrollo de drones para acceder a sitios remotos y peligrosos en casos de accidentes o catástrofes, como así también el área de la vigilancia y la domótica, al permitir por ejemplo acceder a imágenes en tiempo real del interior de una propiedad momentáneamente deshabitada.
Fuente: tendencias21.levante-emv.com