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Un nuevo satélite puede mirar dentro de los edificios

Una innovación tecnológica permite obtener imágenes de radar satelital de máxima nitidez y definición, con una resolución en el suelo de 50 por 50 centímetros. El satélite emplea pulsos de microondas.

Apreciar el interior de los edificios, ver los objetos en el suelo con gran definición y no sufrir limitaciones por aspectos climáticos serían sin dudas los principales objetivos a cumplir por una nueva y avanzada generación de satélites, capaces de registrar cualquier mínimo cambio en la superficie del planeta. Todo indica que este avance tecnológico ya es una realidad, si observamos las imágenes obtenidas por el nuevo satélite Sequoia de la firma Capella Space, lanzado en agosto de 2020. Según un artículo publicado en BBC.com, la innovadora tecnología podría abrir un nuevo camino en cuanto a la observación de la Tierra con fines científicos, comerciales, militares y gubernamentales.

Hasta el momento, la mejor forma para obtener una visión persistente de la superficie de nuestro planeta es mediante un radar satelital. Sin embargo, el propósito principal de los especialistas en este campo es incrementar la nitidez de las imágenes obtenidas, aumentar su resolución y evitar el “ruido” provocado por las distintas inclemencias del clima, la mayor o menor presencia lumínica y cualquier otro escollo para alcanzar imágenes de máxima calidad.

Según el CEO y fundador de Capella Space, Payam Banazadeh, “no es necesario ser un especialista en satélites o imágenes satelitales para observar lo obtenido por nuestra nueva tecnología y extraer información realmente útil de cada imagen. Esto es precisamente nuestro objetivo desde el principio: que las imágenes satelitales aporten datos sustanciales para quienes están interesados en ellas”, resaltó.

La empresa emergente Capella Space, ubicada en San Francisco, Estados Unidos, sigue el camino de otras firmas como Iceye, en Helsinki, o Synspective, en Japón. Todas ellas buscan integrar nuevas tecnologías que permitan obtener un salto de calidad en las imágenes satelitales.

En el caso del nuevo satélite Sequoia, obtiene una resolución en el suelo de 50 por 50 centímetros, que según los especialistas es inédita en este tipo de tecnologías. Incluso puede penetrar directamente a través de la pared de un edificio, mirando el interior como en una visión de rayos X, destaca Futurism.

Un salto de calidad

Mientras las naves espaciales que emplean cámaras ópticas estándar se ven en ocasiones obstaculizadas por la presencia de nubes sobre la escena objetivo o, como resulta lógico, no pueden obtener materiales por la noche, el nuevo radar de apertura sintética (SAR) utilizado en Sequoia no tiene inconvenientes para superar las limitaciones del clima y no se ve paralizado ante la ausencia de la luz solar. Gracias a los pulsos de microondas utilizados, logra imágenes de alta definición en cualquier contexto y situación.

Esto significa que próximamente cualquier pequeño cambio en la superficie del planeta quedará registrado por estos satélites de vanguardia, capaces de apreciar todos los detalles en todo momento. Por ejemplo, si por su naturaleza las imágenes de radar no siempre son fáciles de interpretar, con la resolución obtenida por los nuevos satélites, capaces de capturar características en el suelo, ese problema quedará ampliamente resuelto.

Mantener el objetivo

¿Cómo se obtiene una resolución tan elevada en las imágenes? Según los expertos de Capella Space, el “truco” de la nueva tecnología está en la capacidad de Sequoia para mirar fijamente un lugar en el suelo durante un período prolongado de tiempo. De esta manera, mientras recorre un área el satélite puede mantener su enfoque en la misma ubicación durante 60 segundos.

Gracias a ese tiempo de permanencia más extenso en comparación con las tecnologías actuales en un punto fijo de observación, se obtienen tamaños de píxeles en un rango de 5 a 10 centímetros que, al combinarse y promediarse con todas las capturas, terminan produciendo imágenes de 50 centímetros con una mínima interferencia o “ruido” visual. Como puede apreciarse en las imágenes del satélite lanzado en agosto de este año, estas condiciones marcan una notable diferencia de nitidez y precisión al acercarse a puntos y estructuras más cercanas al suelo.

Fuente: tendencias21.levante-emv.com