El proyecto parte de la premisa de que la mayoría de medicamentos se distribuyen por todo el organismo, lo necesite o no
Un equipo de investigadores en Suiza ha presentado un avance que podría cambiar el futuro de la medicina: un diminuto robot, del tamaño de un grano de arena, capaz de desplazarse por el interior del cuerpo y depositar medicamentos en un punto exacto. El desarrollo abre la puerta a tratamientos más seguros y personalizados, especialmente en patologías donde los efectos secundarios limitan el uso de algunos fármacos.
El proyecto parte de la premisa de que la mayoría de medicamentos se distribuyen por todo el organismo, lo necesite o no. Esa falta de precisión provoca que muchos compuestos sean descartados durante las fases clínicas por sus reacciones adversas. En este sentido, los investigadores suizos buscan romper ese límite, introduciendo cápsulas microscópicas que pueden seguir un recorrido controlado hasta el órgano o tejido afectado.
La clave de este avance está en su sistema de navegación. El microrrobot se dirige mediante campos magnéticos que se generan alrededor del paciente, permitiendo empujarlo o frenarlo según convenga. Las pruebas realizadas demuestran que puede avanzar incluso en contra delflujo sanguíneo y moverse también por el líquido cefalorraquídeo.
El robot se fabrica con materiales como el tantalio y nanopartículas de óxido de hierro
Los ensayos se han llevado a cabo tanto en modelos de silicona que reproducen la red de vasos humanos como en cerdos, cuya estructura vascular es comparable a la nuestra. El robot se fabrica con materiales ya utilizados en medicina, como el tantalio, que permite visualizar su recorrido mediante rayos X, y nanopartículas de óxido de hierro que reaccionan a los campos magnéticos.
Expertos en robótica y biomedicina ajenos al proyecto destacan la relevancia del avance, señalando que representa un ejemplo real de cómo podría funcionar la administración de precisión en el futuro. Sin embargo, aún faltan entre tres y cinco años para que pueda evaluarse en ensayos clínicos.
Fuente: marca.com


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