Una turbina eólica con una altura superior a la del puente del puerto de Sydney y la Estatua de la Libertad ha establecido el récord mundial de mayor producción de energía en un periodo de 24 horas: 359 megavatios-hora.

La turbina eólica marina 14-222 DD, desarrollada por Siemens Gamesa, puede generar suficiente energía para que un coche de tamaño medio —como el Tesla Model 3— recorra 1.12 millones de millas (o 1.8 millones de kilómetros), según la empresa.

Una sola aspa mide 108 metros de largo (354 pies) y el diámetro 222 metros (728 pies), superando la altura del puente del puerto de Sidney desde la parte superior del arco hasta el nivel del mar (134 metros o 440 pies) y la altura total de la Estatua de la Libertad (93 metros o 305 pies).

La empresa hispano-alemana afirma que las aspas pueden reciclarse y que suministrarán energía a unos 18,000 hogares al año.

La turbina ha alcanzado la potencia deseada tras 10 meses de pruebas en un emplazamiento de Österild, en Dinamarca.

La empresa dijo que la 14-222 DD proporcionó un 25 por ciento más de energía en comparación con su predecesora.

“Con cada nueva generación de nuestra tecnología de turbinas de accionamiento directo en alta mar —que utiliza menos piezas móviles que las turbinas de engranajes— las mejoras en los componentes han permitido un mayor rendimiento manteniendo la fiabilidad”, dijo Siemens Gamesa en un comunicado.

La empresa ya está cumpliendo un pedido de 60 turbinas que se instalarán en el parque eólico Moray West, en Escocia.

¿Mas grande es mejor?

Según John Dorgan, experto en materiales poliméricos de la Universidad Estatal de Michigan, las aspas de las turbinas eólicas serán cada vez más grandes y anchas a medida que los países desarrollados se esfuercen por alcanzar el nivel cero.

“Las aspas más grandes de las turbinas eólicas son más eficientes, por lo que las empresas siguen fabricando aspas cada vez más grandes”, dijo Dorgan en una declaración a finales de agosto. “A menudo, los parques eólicos sustituyen de hecho las aspas de las turbinas antes del final de su vida útil porque los parques pueden generar más electricidad con aspas más grandes”.

Sin embargo, el dilema al que se enfrentan los científicos y los responsables políticos es cómo eliminar los residuos de las aspas una vez que ya no se utilizan: se calcula que habrá que eliminar unos 40 millones de toneladas de residuos de aspas de aquí a 2050.

Las turbinas eólicas tienen una vida útil de entre 20 y 25 años y, cuando se retiran, se eliminan de tres maneras: reciclando, incinerando o vertiendo en vertederos, ya que solo se puede reciclar el 30 por ciento de las aspas.

“Como es tan caro reciclarlas y los materiales recuperados valen tan poco, no es realista esperar que surja una solución de reciclaje basada en el mercado, por lo que los responsables políticos deben intervenir ahora y planificar lo que vamos a hacer con todas estas aspas que quedarán fuera de servicio en los próximos años”, declaró el 20 de junio el profesor Peter Majewski, de la Universidad de Australia Meridional.

Una posible solución que está desarrollando la Universidad Estatal de Michigan consiste en crear un nuevo material que se utilice en la construcción de turbinas eólicas y que luego pueda reciclarse para fabricar diversos productos, como encimeras, fregaderos, fundas para ordenadores portátiles y, potencialmente, incluso ositos de goma para el consumo.

Fuente: The Epoch Times en español