Sistema biotecnológico mexicano incrementa producción de cultivos hasta 50 por ciento
A fin de mejorar la agricultura, la empresa mexicana Tecnologías AgriBest desarrolla sistemas biotecnológicos que nutren, protegen e incrementan entre 30 y 50 por ciento el rendimiento de cultivos de manera sustentable y a un bajo costo.
Con ese fin, la compañía usa microorganismos benéficos que se encuentran en el suelo y en la superficie de las plantas, como hongos, cepas bacterianas y extractos vegetales, para crear más de 70 sistemas que ayudan a los principales cultivos del país, como maíz, sorgo, frijol, soya, caña de azúcar, frutas y hortalizas en sus diferentes fases, desde que son semilla hasta que se genera el fruto.
Para obtener estos microorganismos se realizan colectas. “Por ejemplo, si vemos un cafetal que tiene roya, pero dentro de todo el daño hay manchones de plantas sanas, las colectamos e identificamos las cepas para hacer pruebas en laboratorio y ver como ayudan a controlar la enfermedad. Una vez identificado su ADN se separan y congelan para posteriormente formular los productos con estos microorganismos”, detalló Obed Mayoral Fernández, director general de Tecnología AgriBest, con sede en la Ciudad de México.
Explicó que el desarrollo es un sistema integral porque mejora el suelo, da mayor resistencia a la planta e incrementa su capacidad para tomar nutrientes y protegerla de plagas y enfermedades a través de transformar su metabolismo. Además, los microorganismos se obtienen de diversas regiones del país, o bien de cepas que ya están en los centros de investigación, como la Universidad de Chapingo, el Cinvestav o el Colegio de Posgraduados con quienes mantienen una colaboración estrecha.
El sistema es un traje a la medida para cada cultivo y se compone de varios productos que se aplican en las diferentes fases, en la semilla (inoculación), durante el desarrollo vegetativo, la floración y hasta obtener la fruta. Por ello AgriBest fue reconocida como la mejor empresa verde de México en el concurso Cleantech Challenge México 2016, organizado por GreenMomentum Inc.
Por ejemplo, el sistema para el cultivo de maíz consta de ocho productos, el primer paso es inocular la semilla, es decir, mojarla con una sustancia biotecnológica para que nazca más rápido y la proteja de plagas y enfermedades. Conforme la planta crece se aplican diferentes microorganismos hasta llegar a un fruto con las mejores características naturales y nutritivas.
Este proceso lo realiza el agricultor, por ello se le capacita a fin de que conozca cuál aplicar en cada uno de los momentos. Asimismo, el sistema es sustentable y no tiene ningún contaminante para la salud o el medio ambiente, aunque se pueden combinar o complementar con los fertilizantes químicos de acuerdo a las características del suelo donde se establezca el cultivo.
Un producto económico
Gracias a las investigaciones que se realizan en el Centro de Innovación y Desarrollo Tecnológico de la empresa AgriBest, ubicado en Texcoco, Estado de México se obtienen productos sustentables, de fácil aplicación y económicos, lo cual hace posible incrementar las ganancias del agricultor.
“Para una hectárea, es decir, 10 mil metros cuadrados, un sistema de maíz cuesta mil 450 pesos y se reduce 30 por ciento el uso de químicos, con ello se ahorran dos mil pesos, lo que significa que con esos ahorros de fertilizantes y pesticidas químicos se paga totalmente el sistema y aún queda un remanente económico de 550 pesos.
El gran beneficio se ve cuando se incrementa del 20 al 25 por ciento la producción de maíz, que representa tres mil pesos adicionales por hectárea”, precisó Obed Mayoral, maestro en economía agrícola.
La empresa tiene presencia en 26 estados del país y trabaja de la mano con los agricultores y apoyos gubernamentales. Además, es la proveedora de sistemas de nutrición y protección para los cultivos de maíz, frijol, sorgo, soya, trigo y caña ante programas de SAGARPA.
No es un transgénico
Cuando se habla de biotecnología suele confundirse con transgénicos; sin embargo, esta ciencia incluye otras técnicas biotecnológicas y no modifica genéticamente la planta. “Es más simple, identificamos los microorganismos que dan fertilidad al suelo y luego los devolvemos a la tierra para que un cultivo sea más rentable”, señaló Obed Mayoral.
A lo largo de los años la tierra ha perdido fertilidad por el abuso de químicos y el sistema lo que hace es regresarle sus cualidades. “El cambio climático nos está obligando a voltear a lo sustentable, por eso buscamos ser más productivos respetando al ambiente y sin efectos a la salud”. (Agencia ID)