La red social Facebook, que se enfrenta a múltiples escándalos por no evitar varios abusos en su plataforma, viene ampliando la fuerza laboral del departamento de seguridad a más de 30.000 empleados desde 2016. La mitad de ellos son ‘moderadores de contenido’, un cargo que demanda altas presiones y, que según testimonios de los mismos trabajadores, ocasiona las peores consecuencias.

Un especial del medio estadounidense ‘The Verge’ destapó las prácticas laborales a las que son sometidos los empleados de moderación de contenidos de Facebook, quienes tienen la responsabilidad de atender a las denuncias de publicaciones violentas o con comportamiento delictivo.

Este grupo de empleados está bajo constante presión por alcanzar el objetivo de precisión del 98 % establecido por la red social, para que los contenidos que infringen las normas comunitarias no sigan rondando en la plataforma. A pesar de esta presión para mejorar sus puntajes, los moderadores nunca han logrado alcanzar la meta.

Trabajadores y exempleados le contaron al periodista Casey Newton la persistente exposición a violencia gráfica y explotación infantil que tienen que enfrentar día tras día, lo que ha ocasionado que muchos trabajadores sean diagnosticados con trastorno de estrés postraumático y afecciones psicológicas relacionadas.

Uno de ellos, quien se hace llamar ‘Speagle’, llegó a moderar de 100 a 200 publicaciones por día. Dijo que durante su trabajo observó a la gente arrojar cachorros a un río enfurecido y poner fuegos artificiales encendidos en la boca de los perros. Observó a las personas mutilar los genitales de un ratón vivo y cortarle la cara a un gato con un hacha. Vio videos de personas jugando con fetos humanos y dijo que estos están permitidos en Facebook «siempre y cuando la piel sea translúcida». Esta experiencia le dejó secuelas en su estabilidad emocional; solo podía dormir dos o tres horas por noche y frecuentemente se despertaba sudando frío y llorando.

Los moderadores de contenido eran contratados a través de grandes empresas externas como Cognizant, quienes tenían la responsabilidad de ubicar en los puestos a personas familiarizadas con la cultura y la jerga estadounidenses para las sedes de Phoenix, Austin y Tampa.

El reportaje relata que Utley, uno de los trabajadores, murió en extrañas circunstancias luego de desplomarse en su escritorio. Tal parece que el estrés de los sensibles videos y la presión de sus jefes le pasaron la cuenta.

Los denunciantes contaron que en una de las ocasiones, cuando una empleada estuvo enferma, su jefe le puso un balde al lado del puesto para que vomitara ahí porque ya no podía ir más veces al baño.

«Los gerentes se ríen o ignoran el acoso sexual y las amenazas de violencia. El consumo de marihuana es frecuente y limitan hasta las veces en las que cada trabajador va al baño», denunciaron.

Ofertas de trabajo con falsas expectativas

‘The Verge’ reportó que Cognizant comete muchos errores en el reclutamiento de personas para moderar el contenido de las publicaciones. La empresa publica ofertas en bolsas de empleo usando títulos opacos como «analista de redes sociales» y no son directos en contar para qué empresa van a trabajar o la naturaleza de las funciones.

«La idea es: encuentre gente dispuesta a trabajar en donde sea, haga la menor cantidad de preguntas posible y colóquelos en el piso de producción donde puedan comenzar a laborar», comentó un extrabajador.

Cognizant tampoco tenía en cuenta si el aspirante estaba preparado para el puesto, por lo que podían contratar a personas con problemas de ansiedad o depresión que luego de un tiempo terminaban en crisis psicológicas. Los antiguos empleados del sitio describieron perturbaciones emocionales en su trabajo, para las que ni Cognizant ni Facebook ofrecen apoyo con el argumento de que es una empresa tercerizada.

En mayo, Facebook anunció que aumentará los salarios de los contratistas en 3 dólares por hora a mediados de 2020. Para ese momento, la compañía aspira a tener un programa de bienestar para los empleados y se comprometió a evaluar la aptitud psicológica de futuros moderadores.

Fuente: elcomercio.pe