Seda de araña, empleada en micrófonos más sensibles para aparatos auditivos
Una reciente investigación de la Universidad de Binghamton, Universidad Estatal de Nueva York, muestra que la telaraña puede servir como material para mejorar la calidad de los micrófonos para dispositivos para la mejora de la audición.
La revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) publica el artículo “Detección del flujo de aire fluctuante con seda de araña”, firmado por Ron Miles y Jian Zhou, da cuenta de que la seda de araña nanodimensional captura el flujo de aire con la máxima eficiencia física en un rango de frecuencia extremadamente amplio desde infrasonido hasta ultrasonido: “La propiedad aerodinámica de la seda de araña proporciona la sensibilidad de un resonador ideal, pero sin la limitación de ancho de banda habitual. Esto proporciona un medio eficaz para la detección de flujo miniaturizado, superando la respuesta de frecuencia de los sensores de flujo de animales basados en el cabello, que se ha perseguido en las últimas décadas”.
El hallazgo debería conducir al desarrollo de mejores micrófonos para audífonos para personas con discapacidad auditiva, que usualmente recurren a sistemas tradicionales basados en la presión.
Miles lo explica: “Usamos nuestros tímpanos, que captan la dirección del sonido en función de la presión, pero la mayoría de los insectos realmente escuchan con sus pelos”. En tal sentido, la seda de araña puede captar la velocidad del aire y no su presión a fin de escuchar a su alrededor.
A la luz de ello, el micrófono con seda de araña mejora la detección direccional a través de una amplia variedad de frecuencias que a menudo son demasiado silenciosas para que los micrófonos las capten. Para alguien que tiene un audífono, eso significa que puede cancelar el ruido de fondo cuando tiene una conversación en un área atestada. El mismo concepto podría aplicarse al micrófono dentro de los teléfonos celulares.
La seda de araña es lo suficientemente delgada como para que también se pueda mover con el aire cuando es golpeada por ondas de sonido, incluso con infrasonidos a frecuencias tan bajas como 3 hertz, un ruido más leve que el de la caída de una sola gota de lluvia en la tierra. El sonido a esa frecuencia generalmente es inaccesible.
De hecho, cualquier fibra que sea tan delgada como la de la araña, podría usarse para recoger la dirección del flujo de aire con gran precisión traducirlo en una señal electrónica para que sea útil.
“Recubrimos la seda de araña con oro y la pusimos en un campo magnético para obtener una señal electrónica”, dijo Miles. “En realidad, es una forma bastante sencilla de hacer un micrófono extremadamente efectivo que tenga mejores capacidades de dirección en una amplia gama de frecuencias”.
Fuente: Agencia N+1