Tecnología

¿Puede la biometría representar un cerrojo de seguridad extra para nuestras cuentas bancarias?

Cuando hablamos sobre seguridad de nuestra información, sobre todo si se trata de la bancaria, ninguna medida está de más. Por fortuna, hoy en día la tecnología permite a las instituciones financieras contar con nuevos métodos que, aparte de ser más seguros, son más eficientes permitiéndonos entrar mucho más rápido a nuestras cuentas al verificar nuestra identidad sin la necesidad de teclear una contraseña, sino con los datos biométricos.

Así es, el uso de una contraseña está cada vez más cerca de llegar a su fin. Con el paso de los años se le ha ido dando la razón a los fabricantes de teléfonos inteligentes y se ha colocado al uso de contraseñas como un método incómodo que, además, ya no es lo suficientemente seguro.

En la actualidad, millones de usuarios acceden a sus cuentas bancarias utilizando el lector de huella digital en su smartphone, método que comenzó a brillar gracias al iPhone 5S y que años más tarde ha evolucionado y está presente en los teléfonos de otras compañías. Posteriormente, este sistema de seguridad fue abierto al uso de desarrolladores terciarios para que puedan aprovechar la tecnología detrás de este sensor para confirmar la identidad de los usuarios. Situación que ha sido fuertemente aprovechada por los bancos y plataformas financieras, así ellos no tienen que desarrollar el hardware para garantizar el acceso a los usuarios, sino que aprovechan el de un tercero, tomando en cuenta que sus clientes ya cuentan con él.

Hace algunas décadas, instituciones bancarias intentaron hacer uso de tecnologías de reconocimiento facial y dactilar, pero no consiguieron el éxito deseado debido a los altos costos que la implementación de estas tecnologías a niveles masivos representaba en ese momento. Hoy incluso dispositivos de gama media cuentan con un lector de huella digital, un escáner de iris o en su defecto con una cámara lo suficientemente avanzada como para llevar a cabo un reconocimiento facial y generar una identidad biométrica.

¿Qué garantía nos puede dar un sistema biométrico de seguridad?

Los escáneres capacitivos son los más utilizados en la actualidad. Estos utilizan el acomodo de pequeños circuitos condensados para recolectar información sobre una huella digital. Estos condensadores pueden almacenar una carga eléctrica, conectándolos a placas en la superficie del escáner permitiendo que se rastreen los detalles de la huella digital. La carga almacenada en el acumulador se cambia ligeramente cuando la punta de un dedo se coloca sobre las placas conductoras, mientras que un espacio de aire saldrá de la carga en la batería relativamente sin cambios. Un circuito integrador amplificador se utiliza para realizar un seguimiento de estos cambios, que pueden ser grabadas por un convertidor analógico-digital.

Una vez capturados, estos datos digitales pueden ser analizados en busca de atributos característicos y únicos en las huellas digitales, que se puedan conservar para una comparación en una fecha posterior. Lo que es particularmente atractivo sobre este diseño es que es mucho más difícil de engañar en comparación a un escáner óptico de huella digital. Los resultados no pueden ser replicados con una imagen y es muy difícil de engañar incluso con algún tipo de prótesis, ya que diferentes materiales registrarán distintos cambios en la carga en el condensador. Los únicos riesgos de seguridad reales provienen de hardware o de piratería de software.

Creando una gran variedad de estos condensadores, típicamente cientos, sino miles en un solo escáner, se logra obtener una imagen muy detallada de las crestas y valles de la huella digital que se creará a partir de señales eléctricas. Más condensadores representan un escáner de resolución más alta, aumentando así el nivel de seguridad gracias a la fidelidad de la imagen obtenida.

Es importante destacar el esfuerzo que diferentes instituciones bancarias al rededor del mundo han llevado a cabo para que sus plataformas funcionen de la mano de estas tecnologías. Incluso, algunas utilizan el smartphone en si como una capa adicional de seguridad. ¿Cómo? bueno, algunos sistemas darán acceso solamente cuando se utiliza desde el smartphone que el usuario ha dado de alta, así es más probable que si el acceso se intenta desde tu smartphone y usando tu huella digital seas tú quien está ingresando al sistema.

Otra de las opciones de seguridad biométrica es el escaneo de iris, esa parte de nuestros ojos que determina la coloración en ellos. Podrás notar líneas intrínsecas que hay en esa parte de los ojos y es ese el patrón único que estos escáneres interpretan, los lectores más avanzados cuentan con una luz infrarroja dedicada exclusivamente a reflejarse en los ojos del usuario y obtener un escaneo que pueda ser utilizado como método de seguridad.

Fuente: xataka.com