OpenAI prepara su mayor ataque a Google: cómo su nuevo navegador puede reinventar internet
Sam Altman ultima el lanzamiento de un navegador propio que compita con Google Chrome. En la era de la IA, la forma en la que accedemos a internet está cambiando. Es una amenaza para Google y una gran oportunidad para OpenAI
OpenAI se dispone a asestarle el mayor golpe a Google en la batalla por dominar la IA y reinventar internet. La compañía ultima el lanzamiento de su primer navegador, que podría presentar de manera oficial en unas semanas, según han reconocido varias fuentes esta semana en exclusiva a la agencia Reuters . El ruido venía de lejos y demuestra que el plan es real. La empresa lleva al menos un año contratando ingenieros de Google y hablando con desarrolladores de aplicaciones y de contenidos para armar su asalto contra Chrome, el navegador que usa la gran mayoría de la gente para acceder a la red. La estrategia de OpenAI no es solo un ataque contra su rival. De funcionar, el internet que conocemos hoy en día está llamado a desaparecer .
Desde que ChatGPT revolucionara en noviembre de 2022 la forma en la que buscamos y leemos contenido online, OpenAI lleva preparando su siguiente asalto para convertirse en el nuevo gran desintermediador. Su estrategia es directa: la inteligencia artificial está dejando obsoleta la forma en la que ‘funciona’ internet, desde los navegadores a las páginas web. Ya no necesitamos entrar en una página o preguntar algo a Google y rastrear una lista infinita de enlaces. ChatGPT, Gemini, Perplexity, Claude y el resto de chatbots de IA nos ofrecen en segundos las respuestas a nuestras preguntas. La ‘fontanería’ que conocemos y hemos usado hasta ahora (buscadores, webs, navegadores…) se diseñó y pensó para un mundo anterior a la IA. Pero, si la IA ha dado la vuelta a ese paradigma como a un calcetín, ¿por qué no reinventarlo todo de nuevo?
Ese es justo el ambicioso objetivo que tiene OpenAI entre ceja y ceja. La compañía envió su primer aviso a Google el pasado octubre al lanzar su propio buscador , ChatGPT Search . Se trata en realidad de una función dentro de ChatGPT basada en Bing (Microsoft), más que de un producto en sí mismo. Basta con activar el icono de ‘globo terráqueo’ al entrar en la aplicación o en la web para que el sistema comience a buscar en internet información actualizada en tiempo real. En lugar de enlaces, obtienes una respuesta redactada con todos los detalles y, además, en una columna a la derecha de la pantalla, una lista de fuentes utilizadas para elaborar la respuesta.
Este es, por cierto, uno de los frentes que ha comenzado a tambalear los cimientos de la red : al no necesitar entrar en los enlaces, OpenAI ya no redirige tanto tráfico como Google al resto de páginas, por lo que cualquier negocio que dependa de ese tráfico (creadores de contenidos, medios de comunicación, portales de compra-venta online…) se enfrenta ahora mismo a un futuro muy incierto . Pero esa es otra historia.
OpenAI quiere dar su siguiente paso e ir mucho más allá de una simple función de búsqueda y se dispone a lanzar un nuevo misil a Google en forma de navegador. Se desconocen los detalles de cómo será el producto que preparar, pero se espera que sea un concepto radicalmente diferente a lo que estamos acostumbrados, con una interfaz estilo chatbot diseñada para acceder de forma directa al contenido y centrada en productividad, en lugar de solo pinchar en enlaces.
«Si alguien está preparado para echarle ese pulso a Google, es OpenAI. No tendría sentido que le pongan simplemente una carcasa a Chromium [el código abierto en el que se basa Chrome], seguro que harán algo más, algo nuevo. Tienen margen para probar cosas locas y gente muy creativa «, explica a este diario Carlos Fenollosa , profesor de inteligencia artificial en la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC). Este experto señala que la amenaza a Alphabet (la matriz de Google) es enorme.
qué páginas visitamos, cuánto tiempo estamos en cada una, en qué hacemos clic, en qué no, qué compramos, qué enviamos a nuestros amigos… Estos millones de datos le sirven para personalizar mejor que nadie sus anuncios online y para encerrarnos en su ecosistema: ya sea en un ordenador o en un móvil Android, vas a buscar algo en Google sobre un navegador Chrome. Todo queda en casa y quien saca tajada es Alphabet.
La internet que te espera
Con su propio navegador, OpenAI va a intentar romper el monopolio de Google en el acceso a internet, algo que ya ha empezado a conseguir con ChatGPT, que cuenta con 800 millones de usuarios activos cada semana a nivel mundial. Si lo consigue, la red va a sufrir una oleada de cambios como nunca habíamos visto desde su creación.
«La web está desapareciendo, las plataformas tienen el control. Vamos hacia un futuro en el que internet estará oculto bajo esas plataformas»
«Lo peor que le puede pasar a Google si OpenAI se sale con la suya es que cambia el paradigma de la red. En los 90 había muy pocas páginas e íbamos visitando una a una. Luego llegaron los buscadores para ordenar eso. Luego las aplicaciones. Y ahora se está dando otro fenómeno: la gente, especialmente los jóvenes, solo usa 4-5 aplicaciones, Instagram, TikTok, X, LinkedIn, WhatsApp… Desde ahí hacen todo lo demás, se informan, se comunican, compran… La web está desapareciendo, quienes tienen el control son las plataformas. Viendo todos los cambios, seguramente vamos hacia un futuro en el que internet estará oculto bajo esas mismas plataformas. Y OpenAI quiere convertirse en la dominante», explica Fenollosa.
Esta tendencia es la que subyace también bajo el movimiento hacia los llamados agentes de IA , asistentes que completarán todo tipo de tareas por nosotros, tanto en nuestro trabajo como en nuestra vida personal. ¿Tienes que reservar un vuelo? Se lo pides a tu agente de IA preferido, que te conocerá mejor que nadie (como ahora te conoce el navegador Chrome) y por el cual, muy probablemente, acabarás pagando una suscripción mensual. En unos instantes te responderá: este es el vuelo que mejor se ajusta a tus preferencias de horario, precio, destino, tiempos… Cuesta 300 euros, ¿te lo compro? Haga clic, hecho. Un proceso que ahora lleva mucho tiempo, la IA promete resolverlo en segundos.
«A mí me acaba de pasar con la compra de un coche. El mío ya tiene 20 años, necesito cambiarlo y es un tema del que no tengo ni idea. Me puse a usar Deep Research, de ChatGPT, y me hizo un informe completísimo. Le pregunté a un amigo que sabe un montón, y su recomendación no difería mucho de lo que me dijo la IA. Creo que ese será el siguiente paso. Empezaremos usando estos agentes para compras pequeñas, pero al final le acabaremos a los asistentes en el móvil «cómprame esto», «gestióname aquello». La gente lo que quiere es comodidad, que la tecnología le solucione cosas y, si la IA funciona, al final será inevitable, todo el ecosistema tendrá que pasar por el aro», señala Fenollosa.
Hay otro factor que va a allanar el camino de OpenAI para intentar derrocar a Google: el verano pasado, en una sentencia histórica en EEUU, un juez federal declaró que Google había violado la ley al mantener un monopolio ilegal en el mercado de buscadores . El navegador Chrome fue seleccionado como un elemento fundamental en ese esquema. A finales de 2024, el Departamento de Justicia de EEUU propuso una medida radical: forzar a Google a vender Chrome y prohibirle entrar en el negocio de los navegadores durante 5 años. Google se opuso a la propuesta y el caso está aún pendiente de una decisión final, pero OpenAI no quiere desaprovechar el momento.
Un directivo de la compañía reconoció el pasado abril durante su declaración en el juicio contra Google por monopolio que OpenAI estaría interesada en comprar Chrome si el Departamento de Justicia se vende con la suya y fuerza la venta del navegador. No se sabe aún qué ocurrirá, y Sam Altman tampoco ha querido esperar, así que se ha lanzado a desarrollar su propio navegador. Si nada cambia, lo conoceremos en unas semanas, tal vez incluso a la vez que ChatGPT 5 ve la luz.
«Si Google o Meta hicieran ahora lo que pretende OpenAI, saltarían todas las alarmas antimonopolio del regulador. Pero si lo hace OpenAI, está introduciendo competencia», dice Fenollosa. Google acumula ya tres sentencias en contra que lo acusan de monopolio. La opción de trocear la cobra gigante cada vez más peso. Mientras todo esto ocurre, Altman está a punto de poner la siguiente pieza para convertir OpenAI en el ‘futuro Google de la IA’. La historia se repite: un nuevo monopolio está en ciernes.
Fuente: elconfidencial.com