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Los ocho grandes fracasos tecnológicos de 2019

¿Cómo serían las vacaciones navideñas sin el Grinch? ¿Y qué sería de MIT Technology Review sin nuestra recopilación anual de los fracasos tecnológicos más lamentables? La lista de este año incluye lo mortal, lo falso y lo simplemente tonto. Vamos allá:

1 El piloto automático de Boeing fuera de control

El primer avión del nuevo modelo del 737 Max Boeing, el Lion Air Flight 510, se estrelló poco después de despegar. Y pasó lo mismo con el segundo. Todos los que iban a bordo murieron. En ambos casos, los pilotos tuvieron que luchar contra el sistema de piloto automático que se hizo con el control de los mandos y llevó los aviones a una catástrofe.

Los pilotos tuvieron poco tiempo para reaccionar ante el software de control de vuelo, denominado MCAS, del que sabían poco o nada.

El piloto automático había sido instalado para compensar la decisión de añadir motores más grandes y eficientes al potente avión de un solo pasillo, algo que podía retrasarlo en algunas situaciones. El segundo accidente, el del vuelo 302 de Ethiopian Airlines en marzo de 2019, demostró que el piloto automático no era el único culpable. Se descubrió que, poco a poco, los reguladores de seguridad aérea de EE. UU. habían ido dando cada vez más poder a Boeing.

La combinación de un sistema de automatización excesivamente agresivo junto a la falta de formación de los pilotos resultó mortal. Las pérdidas de Boeing ya alcanzan miles de millones euros, y la flota del 737 Max permanece en tierra.

Más información: Confusión, luego oración, en la cabina de piloto del avión estrellado Lion Air (The New York Times), El caso contra Boeing (The New Yorker), Varios problemas y posibles soluciones, con el Boeing 737 Max (The Wall Street Journal)

2 El ordenador de alimentos que no funcionaba

El MIT Media Lab ha sido denominado la “fábrica del futuro”, pero es probable que su “ordenador de alimentos” no forme parte de ella.

En su charla TED de 2015, que ya acapara casi dos millones de visualizaciones, el arquitecto Caleb Harper presentó cajas hidropónicas llenas de electrónica e inteligencia artificial (IA), que según él iban a medir millones de combinaciones de luz, temperatura y humedad. Su proyecto de Agricultura Abierta (Open Agriculture) iba a convertirse en pionero en la “ciberagricultura”, aseguró.

¿De verdad? Resulta que el ordenador de alimentos no era más que una caja de cultivo glorificada que ni siquiera funcionaba muy bien. Pero al abonar el proyecto con palabras de moda (“hackeo climático”, “código abierto”, “microbioma”), el proyecto del Media Lab siguió ganando atención y financiación. Las pretensiones por este artilugio alcanzaron un pico absurdo el pasado abril, cuando Harper afirmó que había usado el “aprendizaje automático” para cultivar albahaca. En un comunicado de prensa, el MIT la señaló como la “probablemente más deliciosa” que se haya probado jamás.

En septiembre, los trabajadores dieron un paso adelante para llamar la atención, informando a los medios sobre las falsas sesiones de fotos (las plantas eran compradas), tácticas de humo y espejo e incumplimientos ambientales. Ya en octubre, los responsables del MIT “pararon la mayor parte del trabajo” del grupo OpenAg, según Boston Globe.

Más información: Exageración vs. Realidad en el MIT Media Lab (Chronicle of Higher Education), MIT Media Lab, ya sacudido por el escándalo Epstein, tiene una nueva preocupación (The New York Times), MIT paraliza el trabajo del grupo del Media Lab bajo investigación (Boston Globe)

3 El error bacteriano bovino

Cuando la compañía Recombinetics utilizó la edición genética para crear vacas lecheras sin cuernos, insistió en que los animales resultantes no eran organismos modificados genéticamente (OMG) y que ni siquiera deberíaN regularse. Al fin y al cabo, con la edición de precisión, se podía cambiar un gen de ganado por otro. Resultado: vacas sin cuernos.

Pero el ADN de estos bóvidos contenía un error. Nadie lo notó hasta que la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) examinó el ADN de uno de los toros al que la compañía había insertado accidentalmente unos cuantos genes bacterianos.

Ese toro y algunos de los otros animales sin cuernos, por lo tanto, eran transgénicos. Aunque la adición de este ADN bacteriano puede resultar inofensiva, el verdadero error verdadero fue la afirmación de la precisión molecular del editor genético sobre. Los animales acabaron incinerados, una pérdida para todos los involucrados.

Más información: Un error de ADN condena a las vacas sin cuernos editadas genéticamente (MIT Technology Review)

4 El radar gay genético

Pocas semanas después de que arrancara un importante estudio que identificaba genes asociados con el comportamiento homosexual, un programador lanzó una aplicación llamada “¿Cuánto tiene de gay?”

Por cinco euros, la aplicación pretendía usar hallazgos de investigación para calcular el nivel de homosexualidad de cualquiera, mediante los resultados de una prueba de ADN de consumo como las de 23andMe.

La controversia surgió inmediato. ¿Fue esta aplicación una “peligrosa descripción errónea” de la ciencia o destacaba precisamente el punto principal: que no hay un gen único que determine la homosexulidad? O quizás, ¿simplemente demostró que el proyecto de investigación inicial de intentar explicar el comportamiento homosexual estaba mal planteado?

La aplicación ya no existe (no sobrevivió a la controversia), pero la idea, o el problema, de las predicciones genéticas no desaparecerá. Los científicos genéticos tienen nuevas formas de vincular pequeñas diferencias genéticas no solo con el riesgo de sufrir alguna enfermedad, sino con rasgos como la altura, la inteligencia y la posibilidad de ganar más o menos dinero.

Más información: La genética puede explicar hasta el 25 % del comportamiento homosexual, revela un análisis enorme (Science), Cómo una investigación seria sobre la genética gay salió mal (Wired)

5 Polizones espaciales

Este año, una compañía de Israel lanzó el primer módulo de alunizaje del país, que desafortunadamente se estrelló en la Luna en abril. Por suerte, no había nadie a bordo. Por desgracia, sí que había algo.

Resultó que, en secreto, una organización sin ánimo de lucro estadounidense llamada Fundación Arch Mission añadió una cápsula llena de tardígrados u osos de agua a la carga útil de la misión. Estas criaturas microscópicas de ocho patas pueden sobrevivir en estado latente en condiciones muy difíciles, y tal vez incluso en la Luna.

El concepto de protección planetaria consiste en la idea de que no deberíamos contaminar otros mundos con la vida terrenal. Existe la preocupación por la contaminación y, además, si se descubre vida fuera de la órbita, deberíamos estar seguros de que no fuimos nosotros quienes la pusimos allí.

Sin agua, es poco probable que los tardígrados revivan y se propaguen. Aún así, lo que ocurrió muestra que el sistema de honor actual podría no ser suficiente para garantizar la protección planetaria.

¿Por qué lo hizo Arch? La misión de la fundación es crear una copia de seguridad del planeta Tierra, y por eso prueba tecnologías para generar archivos de larga duración, como el almacenamiento en ADN o encapsular insectos en ámbar artificial. Su carga útil en la misión israelí incluía láminas de níquel con nanotecnología que contenía 60.000 páginas de Wikipedia y otros textos.

En un cambio de último minuto, Arch y su cofundador Nova Spivack decidieron añadir cabello humano, células sanguíneas y miles de tardígrados. Spivack confesó: “No les dijimos que pusimos vida ahí. Simplemente decidimos correr ese riesgo”.

Más información: La estrellada sonda lunar israelí esparció tardígrados por la Luna (Wired), ‘¡Soy el primer pirata espacial!’ Cómo los tardígrados fueron introducidos ilegalmente y de forma secreta a la Luna (Mashable)

6 Teléfono plegable de Samsung

Las reseñas del teléfono Galaxy Fold no fueron las esperadas. “Después de un día de uso, está completamente roto e inutilizable”, tuiteó en abril el crítico de dispositivos de Bloomberg Mark Gurman junto con una imagen de la pantalla parpadeante.

El año que viene se lanzará media docena de teléfonos plegables. Pero la prematura introducción del modelo plegable de Samsung con una pantalla de 7,3 pulgadas demuestra la dificultad de innovar los teléfonos inteligentes para que los consumidores estén dispuestos a comprar modelos nuevos y deshacerse de los teléfonos baratos de China.

Los prototipos se rompieron, se despegaron y se ensuciaron, provocando que Samsung haya pospuesto de forma abrupta el lanzamiento del teléfono hasta la próxima primavera. La compañía afirmó que “tomaría medidas” para arreglar la pantalla y reconoció que los defectos “podrían estar asociados” con una unión demasiado débil, así como con las “sustancias encontradas dentro del dispositivo”.

Aun así, los aficionados a los dispositivos no pueden esperar. Pero los revisores aseguran que la versión rediseñada, a la venta por 1.785 euros, sigue siendo “frágil y de laboratorio” y que no es más que un “experimento científico” que demuestra que las pantallas flexibles aún no están listas.

Más información: El teléfono plegable de 2.000 dólares (1.800 euros) de Samsung me dio una breve pero tentadora visión del futuro, antes de que se rompiera (CNBC), Samsung retrasa el lanzamiento del teléfono inteligente Galaxy Fold (The Wall Street Journal), Samsung Galaxy Fold revisado de nuevo: otra vez lo probamos (The Verge)

7 La tarjeta de crédito discriminatoria de Apple

¿Por qué un empresario tecnológico rico obtendría un límite de crédito 10 veces mayor que el de su esposa en la nueva tarjeta Apple Card, a pesar de que sus activos se presentan conjuntamente? Cuando la mujer se quejó, un representante de la compañía le dijo: “Tiene que ver con el algoritmo”. ¡Un algoritmo sexista! El cofundador de Apple, Steve Wozniak, aseguró que eso también le pasó a su esposa. Pero, ¿cómo es el programa y qué hace? Apple y Goldman Sachs, el banco que respalda la tarjeta, no lo explicaron. Y ese es el problema. El sesgo informático existe, pero es difícil pedir responsabilidades a alguien, o a algo. Este año, Facebook llegó a un acuerdo para no permitir que los anunciantes discriminen intencionalmente en anuncios de vivienda y empleo, pero la investigación demuestra que los algoritmos aún están sesgando los resultados. Los anuncios para taxistas en Facebook se mostraban automáticamente con más frecuencia a personas de minorías, y los puestos de trabajo de supermercado a las mujeres.

Más información: La @AppleCard es un programa sexista (mensaje de Twitter de David Heinemeier Hansson), ¿Es la tarjeta Apple Card sexista? Goldman Sachs ofrece revisar las afirmaciones de sesgo de género (CBS News), Facebook discrimina en función de la raza, el género y la religión (MIT Technology Review)

8 Democracias sin internet

A pesar de ser la mayor democracia del mundo, la India no es tan democrática en lo que respecta a internet. Y es que sus gobiernos nacionales y locales han descubierto que cuando surgen problemas, la solución más conveniente es cortar el acceso a Facebook, WhatsApp y al resto de internet.

En diciembre, la India cortó el servicio de internet de 60 millones de personas, según InternetShutdown. Durante todo el año, cortó la conectividad en más de 90 ocasiones. Aunque es el país número uno del mundo en apagones de internet, se están produciendo cortes similares en Pakistán, Turquía, Irán, Sudán y Benin, donde los gobiernos han comprobado que cortar internet puede enfriar la disidencia, evitar problemas y no dejar que las noticias de las protestas lleguen al resto del mundo.

El gran apagón de la India en diciembre se produjo después de que los ciudadanos del norte del país empezaran a protestar contra una ley de ciudadanía desfavorable para los musulmanes. En la inestable región de Cachemira, llevan sin internet desde agosto. Algunas personas tienen que viajar varios kilómetros solo para ver su correo electrónico.

Más información: India ha vuelto a cortar internet para controlar a los manifestantes (MIT Technology Review), India adopta la táctica de los autoritarios: apagón de internet (The New York Times)

Fuente: technologyreview.es