Cuando Ford inaugure su servicio de taxis autónomos en 2021, el vehículo podría proponer un desvío alternativo para pasar por tiendas patrocinadoras o el usuario podría acabar sentado junto a un montón de paquetes para entrenar. Esa es la estrategia del fabricante para que los viajes de su futuro servicio cuesten menos de la mitad que los viajes compartidos actuales, según afirmó durante un evento corporativo de la compañía. La reducción del precio se lograría utilizando los vehículos día y noche y mostrando anuncios interactivos.
La empresa quiere dejar claro que no se está quedando atrás con respecto a Waymo, que prometió que lanzaría un servicio de taxi autónomo comercial antes de que acabara 2018; y GM, que ha anunciado que hará lo mismo a lo largo de este año.
Durante el evento, el CEO de Ford Autonomous Vehicles (FAV), Sherif Marakby, una empresa derivada del gigante y encargada de desarrollar las tecnologías autónomas, vehículos y servicios, afirmó: “Si quisiéramos lanzar 100 vehículos [a la carretera] y arrancar ya el negocio, podríamos hacerlo. [Pero] somos una compañía automotriz y cuando hablamos de lanzamiento a escala, estamos hablando de decenas de miles de vehículos y [de hacerlo] de manera rentable. Es un enfoque diferente al que tienen otros”.
El punto de vista de Ford consiste en que para lanzar con éxito un servicio de vehículos autónomos no basta con tener coches autónomos. El gigante está construyendo un software de gestión de flotas, un centro de envíos, itinerarios y sistemas de pago; un grupo diverso de clientes de entrega; y contenidos y servicios digitales para los pasajeros. Es probable que incluyan patrocinios comerciales y publicidad dentro del coche. “Varias compañías [están] ilusionadas por poner su contenido en los vehículos [autónomos], y pagarán por ello”, adelantó Marakby.
Ford presentó escenarios en los que los pasajeros podrían comprar alimentos desde el interior del coche que se entregarían directamente en el maletero del vehículo, y hacer paradas en boxes para adquirir los tentempiés y bebidas recomendados. El coche iría ajustando sus sugerencias a medida que Ford “construyera su relación” con cada pasajero, explicó un portavoz.
Ford anunció que los primeros viajes públicos estarían alimentados por Argo AI, una empresa fundada en 2017 por antiguos trabajadores de conducción autónoma de Google y Uber. Ford se convirtió en el propietario mayoritario de Argo más tarde ese año, con una inversión de casi 880 millones de euros. Desde entonces, el gigante ha estado probando los vehículos autónomos de Argo realizando entregas en Miami (EE. UU.). De esta experiencia, la empresa ha acumulado más de 1.000 entregas de Domino’s pizzas y de paquetes de Postmates, aunque en todos los casos había conductores de seguridad detrás del volante. Ford estima que el mercado total de vehículos autónomos en 2026 valdrá más de 290.000 millones de euros.
Ford también presentó una app similar a la de Uber para reservar coches autónomos modificados de la marca Ford Fusión, aunque de momento estos vehículos seguían incorporando a conductores humanos de seguridad. Los coches llevaron a los periodistas a varios viajes por el centro de Miami, un ambiente de conducción descrito por varios ejecutivos de Ford como “duro como un doble diamante negro”, en referencia a las pistas de esquí de descenso más difíciles.
En tres viajes separados que sumaron un total de 6,4 kilómetros en carreteras que incluían peatones imprevisibles y muchos conductores agresivos, la experiencia de MIT Technology Review fue en general segura y competente. Sin embargo, los vehículos de Ford no parecían tener en cuenta las señales de tráfico ni los cruces, y carecían de la capacidad de dar marcha atrás y de reconocer los intermitentes.
Los vehículos de lanzamiento de Ford no se basarán en modelos ya existentes como el Fusion, sino en un nuevo vehículo solo autónomo que está actualmente en desarrollo en FAV. Podrán configurarse para llevar a pasajeros, cargas o repartir alimentos, y no contará con los tradicionales volantes ni pedales de acelerador y freno.
El CEO de Argo, Bryan Salesky, comentó a MIT Technology Review que el vehículo usará sensores LIDAR, radares y cámaras, y confirmó que estará listo para la fecha de lanzamiento en 2021 que anunció Ford.
La compañía se está diversificando más allá de su modelo de negocio tradicional de venta de coches. Chariot, una compañía de microtransit que Ford adquirió en 2016, ya ofrece servicios del “primer y último tramo” a empresas y gobiernos locales en camionetas Transit. Ford también acaba de comprar Spin, una start-up de motocicletas eléctricas sin muelle que opera en varias ciudades y campus universitarios de EE. UU. Y en agosto, Ford lanzó un pequeño servicio de transporte sanitario llamado GoRide en Michigan (EE.UU.).
Las tres iniciativas ofrecen información sobre el comportamiento y las expectativas de los clientes que servirán a los futuros servicios autónomos, concluyó la directora de Movilidad de Ford, Marcy Klevorn.
Fuente: technologyreview.es