Investigadores desarrollan un innovador interfaz cerebro-máquina miniaturizado para comunicación directa en pacientes con discapacidades motoras
Desarrollo de un Interfaz Cerebro-Máquina Miniaturizado
Investigadores de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL) han logrado un avance significativo en el campo de las interfaces cerebro-máquina (BCI, por sus siglas en inglés) al desarrollar un dispositivo miniaturizado que permite la comunicación directa entre el cerebro y el texto. Esta nueva interfaz, conocida como MiBMI, se caracteriza por su pequeño tamaño, bajo consumo energético y alta precisión, lo que la convierte en una opción prometedora para mejorar la calidad de vida de personas con discapacidades motoras severas, como aquellos afectados por esclerosis lateral amiotrófica (ELA) o lesiones de la médula espinal.
El MiBMI representa un salto cualitativo respecto a las BCI tradicionales, que suelen ser voluminosas y requieren de un alto consumo de energía. Este nuevo sistema, descrito en el último número del IEEE Journal of Solid-State Circuits y presentado en la Conferencia Internacional de Circuitos de Estado Sólido, ofrece una solución altamente eficiente y escalable que podría facilitar el desarrollo de dispositivos completamente implantables. La clave de su funcionamiento radica en su capacidad para procesar señales neuronales en tiempo real, lo que permite traducir la actividad cerebral asociada a la escritura en texto digital con una precisión del 91%, utilizando datos de grabaciones anteriores.
Uno de los aspectos más innovadores del MiBMI es su diseño completamente integrado, que combina la grabación y el procesamiento de las señales en dos chips extremadamente pequeños, con un área total de tan solo 8 mm². Este avance en miniaturización, que se apoya en técnicas de ingeniería neural y circuitos integrados, abre nuevas posibilidades en el ámbito de la neurotecnología. Además, los investigadores han identificado códigos neuronales distintivos que permiten reducir la cantidad de datos a procesar, lo que no solo mejora la velocidad y precisión del sistema, sino que también facilita un entrenamiento más rápido para los usuarios potenciales. Los expertos de EPFL están colaborando con otros grupos de investigación para explorar aplicaciones adicionales del MiBMI, como la decodificación del habla y el control del movimiento, lo que podría ampliar aún más su utilidad en el tratamiento de trastornos neurológicos.
Fuente: larepublica.es