La edificación y sostenimiento del programa Kutsári no solo es innovador y ambicioso en su conjunto, sino, además, resignifica el rumbo de la industria regional y nacional tomando como eje principal el desarrollo de la Ciencia y la Tecnología

La industria de los semiconductores ha experimentado una gran expansión en las últimas décadas, impulsada por el rápido desarrollo de la tecnología de la información y la comunicación, así como por la transformación en las cadenas de suministro y producción en todo el planeta. Sin embargo, en los últimos años, la manufactura de este tipo de insumos electrónicos ha enfrentado una crisis debido a varios factores.

Algunos de estos imponderables han sido la sobreoferta en el mercado, la cual responde a la meteórica evolución de la tecnología y a que los fabricantes han estado produciendo más dispositivos de los que la industria puede absorber o requerir. Esto ha llevado a una caída en los precios y a una disminución en las ganancias.

Aunado a este factor, también existe una profunda incertidumbre económica a nivel global la cual se refleja en una recesión económica que ha llevado a una depreciación en la demanda de dispositivos electrónicos, lo que ha afectado a la industria y, por supuesto, a las finanzas de sus consumidores en el mercado internacional.

Estos cambios en las necesidades de los sectores productivos pueden deberse también a la creciente tendencia hacia la automatización y la robótica en la industria, la que se ha traducido en un desplome en la solicitud de dispositivos y de semiconductores tradicionales, como los sensores y los controladores. En contraposición, ahora se requieren semiconductores más veloces, pero sobre todo, más ligeros y con mayor resistencia.

Todo este fenómeno pudo apreciarse con mayor nitidez en la etapa postpandemia COVID-19, la cual afectó la producción y el transporte de componentes y chips electrónicos, lo que ha causado problemas de suministro que, hasta la fecha, no han podido restablecerse en varios sectores productivos de la economía como la industria automotriz, aeroespacial, equipamiento médico, entre otros.

Es justamente en medio de este contexto convulso y lleno de preguntas más que respuestas, que el mundo y la economía internacional habrá de sufrir cambios sustanciales para siempre, siendo uno de esos, la relocalización de las cadenas de suministro y fabricación de los microprocesadores. Es aquí donde México quiere posicionarse como un país líder en el continente y la región latinoamericana como un referente obligado en la fabricación de esta clase de insumos.

Al respecto, el gobierno encabezado por la Dra. Claudia Scheinbaum anunció el pasado mes de febrero la creación del Centro Nacional de Diseño de Semiconductores “Kutsári”, a través del cual, científicas y científicos mexicanos de instituciones públicas de educación superior desarrollarán nuevos diseños de este tipo de “chips”, los cuales se podrán comercializar, a partir de la modificación a la Ley de Registro de Patentes con el propósito de acelerar el proceso que corresponde a las innovaciones tecnológicas.

La mandataria también explicó que el Centro Nacional de Diseño de Semiconductores consistirá en la “unión de muchos científicos, desarrolladores tecnológicos, de instituciones públicas de educación superior que van a poner toda su inteligencia y creatividad para generar nuevos diseños de semiconductores” que deben patentarse.

Por ello, para cumplir con esta sustancial encomienda, en la última semana del mes de mayo del presente año, el gobernador Alejandro Armenta y la secretaria Federal de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación, Rosaura Ruíz Gutiérrez, encabezaron un recorrido por las instalaciones del primer Centro Nacional de Diseño de Semiconductores Sede Puebla, un espacio estratégico que albergará la casa del diseño KUTSÁRI.

En compañía de otros funcionarios como el director general del Instituto Politécnico Nacional, Arturo Reyes Sandoval; la Secretaria de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación en Puebla, Celina Peña Guzmán; Edmundo Gutiérrez, Director General de Innovación para el Bienestar de México y la Rectora de la BUAP, Lilia Cedillo, recorrieron el inmueble ubicado a un costado de la pirámide de Cholula.

Durante el recorrido se explicó que el Centro Nacional de Diseño de Semiconductores cuenta con dos inmuebles. El primero, de tres niveles, incluye oficinas administrativas, una nave de trabajo, dos cuartos limpios, caseta de seguridad, estacionamiento, paneles solares, cisterna, subestación eléctrica, así como, infraestructura incluyente y sustentable.

Mientras que el segundo, destinado al proyecto KUTSÁRI, está equipado con ecotecnologías y espacios especializados en diseño de circuitos integrados.

Finalmente, el proyecto cuenta con una inversión de 65.72 millones de pesos en un área de intervención de 2 mil 412 metros cuadrados, en beneficio directo de casi 100 mil habitantes.

Pero más allá de esta notable inversión, lo que un proyecto como este significa y puede alcanzar, es el elemento más significativo en el que se debe reflexionar al momento de ver hacia el futuro. De acuerdo con la empresa de servicios internacionales Deloitte, experta en estudios de desarrollo de potencialidades, para 2024 se esperaba que las ventas globales de semiconductores alcanzarán los 588 mil millones de dólares, una cifra que representa 13% más que lo registrado en el 2023.

En suma, y de acuerdo con la información presentada por el gobierno de México durante 2023, se importaron más de 24 mil millones de dólares en circuitos electrónicos integrados, los cuales fueron demandados por industrias como la automotriz, dispositivos médicos, electrodomésticos, TIC´S, industria aeroespacial, telecomunicaciones, entre otros.

Con el inicio de operaciones de este Centro y otros dos que se tienen pensado instalar en estados como Jalisco y Sonora, se tratará de atender a un déficit histórico que México ha tenido con el desarrollo de la Ciencia y la Tecnología a lo largo de décadas, pero también se intentarán desarrollar los vasos comunicantes entre la industria del ensamblaje y el registro de la propiedad intelectual de esta clase de componentes, un objetivo por demás promisorio y generador del más alto valor en la cadena de suministro y fabricación de productos en todo el mundo.

La edificación y sostenimiento del programa Kutsári no solo es innovador y ambicioso en su conjunto, sino, además, resignifica el rumbo de la industria regional y nacional tomando como eje principal el desarrollo de la Ciencia y la Tecnología, desde una colaboración multidisciplinaria de varias instituciones dedicadas a desarrollar esta clase de microcomponentes.

Fuente: heraldodemexico.com.mx