Google combatirá la adicción al móvil con un teléfono de papel
El gran plan de Google para combatir la adicción a la tecnología incluye un poco de origami básico.
El nuevo dispositivo de la compañía, presentado hace unos días, implica imprimir la información a la que normalmente se accedería a través de un teléfono (direcciones, números de teléfono, juegos, etc.) en una sola hoja de papel que luego se dobla en ocho partes. Et voilà, el Paper Phone [Teléfono de Papel].
Paper Phone no es una broma. Es real.
“Pretende ofrecer a la gente una solución alternativa a la de llevar un teléfono todo el tiempo, ofreciendo información en un papel impreso”, explica la jefa del equipo de Google Creative Lab, Emma Turpin. “Creemos que podría ser un experimento útil para que las personas lo intenten”.
El camino hacia Paper Phone comenzó con un equipo “interesado en la idea de la desintoxicación digital”, según el director de “tecnología y magia” en un estudio de diseño llamado Special Projects en Londres (Reino Unido), Adrian Westaway, que se unió a Google en esta iniciativa. “Muchas de las personas con las que hablamos sobre este proyecto estaban aterrorizadas ante la idea de no llevar consigo su teléfono”, destaca.
Así que este equipo creó Paper Phone como una forma de, como lo expresa Westaway, “[estar] sin su teléfono móvil por un breve período de tiempo de una manera agradable y rotunda”.
Paper Phone es el último intento de Google para abordar las críticas de que está contribuyendo a una epidemia de adicción a la tecnología. (Otros proyectos incluyen Unlock Clock, para ver con qué frecuencia desbloqueamos el teléfono, y WeFlip, donde todos los miembros de un grupo apagan sus teléfonos juntos.) La compañía, junto con otros gigantes de Silicon Valley (EE. UU.), ha recibido ataques por crear productos que fomentan el desmesurado toqueteo de la pantalla y scrolling (desplazamiento hacia abajo), así como la comprobación constante de lo que pasa en el teléfono en lugar de tener una conexión humana.
Pero hay una gran diferencia entre sentir la angustiosa necesidad de actualizar su muro de Instagram y usar su teléfono para una actividad que posiblemente le haga la vida más fácil: pedir alimentos para cocinar una comida saludable, dividir los gastos con su compañero de piso o incluso hacer lo que originalmente era el objetivo de un teléfono, llamar a alguien.
Westaway afirma que el equipo era consciente del riesgo de perder las valiosas características de un teléfono y trató de solucionarlo. Por eso, incluyeron un espacio recortado para colocar una tarjeta de pago sin contacto después de que Westaway perdiera su tarjeta de crédito mientras usaba un prototipo y tuvo que volver a pedirla.
Los expertos en desintoxicación digital creen que Google está reinventando un producto de papel que existía mucho antes que el teléfono inteligente: la agenda. La autora de 24/6: The Power of Unplugging One Day a Week (24/6 El poder de desconectar un día a la semana), Tiffany Shlain, no entiende por qué una persona optaría por el Paper Phone en lugar de por una pequeña agenda portátil llena de información básica. “Es algo estupendo”, opina sobre ese antiguo artilugio.
Westaway admite que Paper Phone se “ha inspirado mucho en agendas y diarios personales” e incluye áreas en blanco para anotar ideas. “El desafío para nosotros era encontrar un equilibrio entre algo puramente práctico y un pequeño elemento de disfrute”, explica.
Sin embargo, la escritora del libro Left to Their Own Devices: How Digital Natives Are Reshaping the American Dream (Abandonados a su suerte: cómo los nativos digitales están remodelando el sueño americano), Julie Albright, que aborda la complicada dinámica entre los jóvenes y la tecnología, cree que Google está confundiendo el bienestar digital con el hecho de deshacerse de su teléfono. Albright considera que el teléfono y el bienestar digital sí que pueden coexistir.
“El bienestar digital consiste en encontrar el adecuado equilibrio entre nuestro tiempo dedicado a los dispositivos y nuestras necesidades externas, ya sean las físicas, sociales, emocionales o espirituales”, explica. “El problema con las personas que usan demasiado sus teléfonos es el tiempo que pasan en las redes sociales, con los juegos, chateando [y de esa forma] sustituyen otras actividades saludables, como hacer ejercicio, pasar tiempo en la naturaleza o socializar de manera directa con amigos y familiares”.
Albright opina que la mejor manera de desintoxicarse es siendo más críticos y conscientes de cómo usamos el teléfono. Ella sugiere la creación de “espacios sagrados” donde los teléfonos están prohibidos y se fomenta la conexión humana, por ejemplo, durante la cena. Para aquellos que quieran probar la desintoxicación digital, Albright sugiere empezar comprando un reloj despertador y dejando el teléfono lejos del dormitorio. Anotar las cosas en una agenda o en cuaderno también ayudaría.
Fuente: technologyreview.es