El fiasco de Robonaut: el humanoide de la Estación Espacial que solo sirve de modelo para las fotos
La primera versión de Robonaut, el robot humanoide de la NASA, vio la luz en el 2000. El segundo modelo, Robonaut 2 (R2), una iniciativa conjunta de la agencia espacial estadounidense y General Motors, viajó a la Estación Espacial Internacional (EEI) once años después.
Desde entonces, el álbum de fotos de esta máquina ha ido sumando más y más fotos: en ellas se le puede ver sujetando pesas, leyendo una revista o saludando en formación.
Un proyecto de robot
Con unas extremidades que recuerdan mucho a las de las personas y un casco dorado que hace las veces de cabeza, el R2 es lo más parecido a un colega artificial que tienen los astronautas de la EEI.
Sin embargo, a pesar de que varios equipos de ingenieros trabajan para mejorar sus capacidades, el robot sigue siendo un mero proyecto de investigación.
Incluso su forma humana es solo una cuestión de imagen, ya que no la necesita para realizar las pocas tareas que le encomiendan en la estación espacial. A pesar de haber pasado todos los test de evaluación —es capaz de encender un interruptor o responder a órdenes que le dan desde la Tierra—, no ha progresado todo lo bien que esperaban sus creadores.
La idea es que el robot trabaje “codo con codo” con las personas y sea capaz de llevar a cabo trabajos que supongan un gran riesgo para los astronautas. Sus responsables quieren perfeccionar su destreza en la manipulación de objetos, de forma que pueda usar sus manos por sí solo para cambiar filtros de aire o utilizar herramientas diseñadas para los astronautas de carne y hueso.
A pesar de estas ambiciosas expectativas, lo cierto es que Robonaut se encuentra actualmente inactivo debido a un fallo en su sistema de alimentación eléctrica. No ha ejecutado una sola tarea desde que sus piernas llegaron a la estación espacial en el 2014 —su tronco puede instalarse también sobre una especie de ‘rover’—.
Solo sirve para las fotos de la NASA
El androide es, no obstante, un estupendo modelo para fotos publicitarias y ha protagonizado numerosas publicaciones de la NASA sobre tecnología del futuro. Pero tanto sus creadores como los astronautas lo han visto siempre como un experimento y no un ayudante real y lo más probable es que siga siendo así.
Según Terry Virts, un exastronauta que ejerció de comandante en la EEI en el 2015, Robonaut es “demasiado grande para hacer nada útil dentro. Ocupa todo el pasillo”. Mientras vivía en la estación, Virts era también el responsable del área de robótica y se encargó de ajustar y cargar de energía las piernas del androide para que funcionaran.
El ingeniero y su equipo esperaban que el robot pudiera servir para trabajar fuera de la estación, poniendo a punto las herramientas y el lugar de trabajo antes de que los astronautas salieran a dar el paseo espacial.
Si bien esta labor habría ahorrado mucho tiempo y esfuerzo a sus colegas humanos, la máquina está lejos de poder ejecutarla porque ni siquiera han llegado los fondos que permitirían hacerla realidad. Incluso sus inventores admiten que las tareas para las que realmente sería necesaria su ayuda exceden sus capacidades.
Esta es al menos la situación en la actualidad. Aunque su segunda versión es más sofisticada que la primera —más rápida, más compacta, más hábil y con más sensores— todavía queda mucho para que este robot humanoide resulte verdaderamente útil en la estación espacial. Al menos, eso sí, sigue saliendo bien en las fotos.
Fuente: lasexta.com