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Esta es la única profesión que la IA no puede reemplazar, aunque suene a broma

La inteligencia artificial se somete a diario a muchos desafíos, pero un nuevo estudio ha intentado ir más allá y responder a una nueva pregunta: ¿es la IA graciosa o tiene la capacidad de serlo?

Mucha gente observa la inteligencia artificial como algo fantástico. Sí, es capaz de hacer por ella misma un montón de cosas, facilitará la vida al ser humano e incluso hará que algunos robots lleven a cabo funciones que hasta ahora parecían poco menos que impensables. Pero incluso así, hay un temor que está en casi todo el mundo, ¿qué sucederá con los trabajos?

Recientes encuestas aseguran que muchos profesionales no tienen nada claro que la IA no vaya a suponer un problema en su carrera profesional. Ahora, el propio New York Times ha compartido un estudio que parece de broma, pero quizá haya que tomarse en serio. En él se explica cuál podría ser el único empleo que la inteligencia artificial no es capaz de reemplazar.

La IA es muchas cosas, pero no graciosa

Si en alguna ocasión has utilizado herramientas como ChatGPT, te habrás dado cuenta de que los chatbots con capacidad para generar textos que las forman puedes ser sorprendentemente prácticos para un montón de tareas. Les puedes pedir desde que te ingenien una receta de cocina con lo que tienes en la nevera, hasta que te diseñen una página web.

Sin embargo, es más que probable que también te hayas dado cuenta de una cosa: la inteligencia artificial no es lo que se dice graciosa. Cabe suponer que es una de las limitaciones que hace que no tenga la capacidad de emular emociones humanas, o al menos de hacerlo de manera convincente hoy por hoy. Pero por si existía alguna duda, un nuevo estudio lo ha puesto de manifiesto.

El trabajo en cuestión ha sido desarrollado por el cómico y científicos (una mezcla poco habitual, es cierto) Piotr Mirowski, y compartido por el New York Times. Para llevar a cabo su investigación, Mirowski ha enfrentado a varios comediantes, que no revelaron su identidad, con varios modelos de lenguaje. ¿Su objetivo? Comprobar quién tenía el ingenio más desarrollado.

¿Y cuál fue el resultado? Según comparte el New York Time, se podría decir que la inteligencia artificial no tiene demasiada gracia. Puede que la inteligencia artificial lleve mucho tiempo poniéndole las cosas muy difíciles a los ajedrecistas, y pueda ser un dolor de cabeza para escritores, programadores o dibujantes, pero desde luego no va a quitar el trabajo a los comediantes.

Un sentido del humor anticuado

Cuando los cómicos que participaron en este peculiar experimento intentaron ayudarse de la inteligencia artificial para crear nuevos números, que obviamente deberían ser graciosos, la gran mayoría de ellos reconoció que el resultado fue un auténtico fracaso. El material obtenido ni era ocurrente ni mucho menos fresco. Es más, generalmente parecía sacado del siglo pasado.

Así pues, parece demostrado que la IA no nos hará reír en el futuro. ¿Logrará al menos hacer que la vida sea más sencilla? Para gente como Elon Musk o Bill Gates, seguro que algo así sucederá. Para muchos autónomos, la cosa no solo no parece graciosa, sino que tiene pinta de ir a convertirse dramática, si es que no lo está siendo ya.

Fuente: computerhoy.com