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El MIT trabaja en un proyecto open-source que ofrezca diseños de respiradores low-cost para los hospitales

A la falta de espacio y personal sanitario se suma la escasez de materiales como mascarillas, guantes protectores y respiradores. El COVID-19 está llevando al límite los recursos y fuerzas del sistema sanitario de los países afectados.

Gobiernos y empresas privadas se afanan por encontrar los materiales que requieren médicos y enfermeros para cuidar de los miles de infectados que hay en España, Italia, Estados Unidos o Francia entre otros. Otros proyectos como este del MIT podrían también contribuir en esta crisis.

Los principales síntomas del COVID-19 están relacionados con las dificultades respiratorias, haciendo imprescindibles los respiradores de los hospitales para ayudar a los enfermos. Afortunadamente, instituciones científicas como el MIT llevan años trabajando en la fabricación de respiradores más fáciles de construir cuyo diseño aceleraría la llegada de este material a los hospitales.

El proyecto de open-source, llevado a cabo por un grupo de estudiantes del curso de diseño de máquinas de precisión, se inició hace años como medida necesaria para las áreas rurales de los países en desarrollo. En estas zonas los problemas respiratorios son frecuentes y escasean los respiradores mecánicos para tratar a los enfermos, de ahí la necesidad de dar con un diseño más sencillo y rápido de fabricar, es decir, low-cost.

Los estudiantes sabían que una idea como ésta podría también ser útil en países ricos como Estados Unidos ante una crisis sanitaria como la que se está viviendo ahora. Su modelo tendría un coste de fabricación de 100 dólares, frente a los miles que cuesta producir los modelos estándar que se encuentran en los hospitales y que están agotados en tantos sitios.

El equipo de investigadores publicó un artículo sobre su diseño low-cost, pero no llegó nunca a avanzar con la producción de este tipo de respiradores. Este sería el paso que hace falta recorrer ahora y en poco tiempo. El dispositivo contaría con un motor que comprime automáticamente la válvula y la máscara, algunos componentes son muy similares que los que utilizan los equipos de emergencias en las ambulancias para ayudar al paciente a respirar.

Cada día que pasa se conocen nuevos casos de voluntarios con impresoras 3D que están ayudando a fabricar respiradores y mandarlos a los hospitales cuanto antes. Aún así desde el MIT advierten que este tipo de dispositivos sólo deben ser utilizados por personal cualificado y con estudios médicos especializados en estas enfermedades.

Fuente: computerhoy.com