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¿Cuál es el proceso y la metodología del coaching empresarial?

El coaching empresarial es un conjunto de prácticas que, sin dudas, ha crecido mucho en popularidad durante los últimos años.

Y esto se debe al amplio abanico de beneficios que esta serie de capacitaciones acarrean consigo, no solo para los mandos medios y los altos cargos de una empresa, sino también para los empleados y, en general, para todas las áreas que integran una compañía.

La duración del proceso variará, pero algo que se mantendrá son las metodologías, que en el mundo del coaching empresarial suelen tener siempre los mismos objetivos: comprender las necesidades y deseos de los empleados.

De esta forma, suele decir María Florencia Ribes, referente de ONT Trust, abogada y coach profesional: “Lo que se busca es generar buenos climas de trabajo, crear espacios de diálogo y, en resumen, transformar la empresa en un lugar al que los empleados tengan ganas de ir a trabajar”.

A continuación, vamos a aprender más sobre el coaching empresarial, deteniéndonos en cada uno de los objetivos y beneficios que esta práctica le trae a las empresas.

¿Sobre qué pilares está sostenido el proceso de coaching empresarial?

Como ya habrá quedado claro, el coaching empresarial es más que una metodología: es un conjunto de buenas prácticas, las cuales hablan muy bien de la empresa que decide implementarlas, dado que son indicio de transparencia y calidad humana.

La ya mencionada Maria Florencia Ribes suele marcar que existe, en primera instancia, tres pilares fundamentales sobre los cuales se rige el coaching para empresas: Confianza, colaboración y creatividad, las tres C.

Estas tres C marcan el camino para alcanzar una cultura corporativa positiva y beneficiosa para todas las partes involucradas; un ambiente de trabajo donde todos se sientan escuchados, contenidos y seguros.

Y esto no es algo que deba obviarse, pues conseguir esto es el objetivo principal hacia el cual apunta el coaching empresarial. El coaching se centra en forjar equipos proactivos y equilibrados, en los que todos se sientan parte y trabajen juntos en pos de objetivos comunes.

La idea es generar cambios realistas, que perduren a lo largo del tiempo, y generar un clima laboral basado en la motivación y en el bienestar de los empleados. Como quedará claro, las tres C son solo la punta del iceberg.

Podríamos resumir los objetivos del coaching empresarial en la siguiente lista:

  • Desarrollar, a partir de un trabajo metódico y profundo de las habilidades y recursos de un equipo, una comunicación asertiva entre todos sus integrantes.
  • Asimismo, se busca forjar redes sólidas de relaciones entre ellos, basadas en el respeto y la tolerancia.
  • Fomentar la responsabilidad, la resiliencia, la confianza en uno mismo y en el otro y, sobre todo, entrenar la capacidad de adaptarse y sobreponerse a las adversidades.
  • Identificar las competencias específicas que deben pulirse, y entrenarlas a fondo
  • Generar oportunidades para todo el equipo: las empresas deberían interesarse por fomentar el desarrollo tanto personal como profesional de los empleados, y no buscar obstruirlo.
  • Formar y designar líderes.
  • Aprender a resolver conflictos, tanto inter como intra empresariales, de forma asertiva, obteniendo herramientas valiosas para lograrlo.
  • Fortalecer al equipo, y orientarlo hacia los resultados deseados.

¿Qué situaciones pueden impulsar a una compañía a implementar este tipo de coaching?

No quedan dudas de que el coaching empresarial es crucial. Sin embargo, aún no hemos repasado cuáles son los escenarios más habituales que llevan a las compañías a optar por implementarlo.

El problema que más está afectando a las empresas hoy en día está relacionado con la constante y acelerada rotación del talento humano.

La globalización, el trabajo remoto y las diversas situaciones socioeconómicas del planeta han llevado a los trabajadores a estar constantemente buscando nuevas oportunidades, que les permitan desarrollarse de forma tanto profesional como personal.

Eso significa que, si su lugar de trabajo actual no les convence, o si se les ofrece algo mínimamente mejor o con mayores comodidades, no dudarán en hacer el cambio.

No solo buscan mejor remuneración, sino también mejores ambientes laborales, más comodidad, conocer gente nueva y, en líneas generales, crecer.

Y es justamente para satisfacer todas esas necesidades que el coaching empresarial entra en escena: con su enfoque puesto exclusivamente en favorecer a los empleados y consolidar buenos climas de trabajo, es la solución ideal para el problema de la rotación del talento.

La idea es pulir la empresa, hacer que sea el lugar ideal para trabajar, que todos se puedan sentir parte, cómodos, escuchados y contenidos.

De esta forma se consigue forjar un sentido de pertenencia hacia la empresa, el cual devendrá en una retención por voluntad propia del personal, la cual perdurará a lo largo del tiempo.

Cómo el coaching empresarial puede ayudar a afrontar mejor los desafíos

Ya hemos adelantado que uno de los objetivos del coaching empresarial es preparar a todos los eslabones que integran una compañía para afrontar diversas problemáticas.

La idea es trazar de antemano cursos de acción efectivos pero, sobre todo, en lo que más se centra este conjunto de prácticas es en forjar el temple de cada individuo, para que tomen una actitud proactiva y resolutiva antes los desafíos.

El objetivo es que todos se sientan listos cuando el problema llegue, que tengan la certeza de que son capaces de hacerle frente a lo que sea.

Pero no solo cada individuo de forma particular, sino el equipo como un todo: no debemos olvidar que una parte central el coaching empresarial es, como ya se ha dicho, formar equipos donde prime el diálogo, la confianza y la ayuda mutua.

El coaching busca desmentir la visión tradicional de que un desperfecto o una situación adversa es un problema, sino que invita a tomarlas como oportunidades para aprender, crecer y mejorar a nivel tanto empresarial como individual.

¿Habías escuchado hablar de esta práctica?

Sin dudas, se trata de un proceso más que interesante, el cual toda compañía que desee obtener los mejores resultados, conservar a su personal estable y generar buenos climas de trabajo debería atravesar al menos una vez.

Es importante volver a recordar que el coaching empresarial está orientado tanto a jefes como empleados, ya que, como dice María Florencia Ribes, la idea es crear igualdad, consenso y vínculos positivos entre todos los niveles de la empresa.

¿Qué opinás del coaching empresarial? ¡Dejanos un comentario!