Controlar mediante voz todo tipo de aparatos: hacia el día en que podamos hablarle a cualquier máquina o dispositivo
Tema exclusivo de la ciencia-ficción hasta no hace muchos años, el reconocimiento automático del habla se halla ahora a punto de convertirse, para muchos casos, en el modo principal que tendremos de interactuar con nuestros dispositivos electrónicos.
Dando unos pasos pioneros hacia esa era futura de la electrónica controlada por la voz, unos investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Cambridge, Estados Unidos, han construido un chip de bajo consumo energético especializado en el reconocimiento automático del habla. Mientras que un teléfono móvil (celular) ejecutando un programa de este tipo puede llegar a precisar alrededor de 1 vatio de energía, el nuevo chip necesita solo entre 0.2 y 10 milivatios, dependiendo del número de palabras que tenga que reconocer.
Trasladado del laboratorio a la vida cotidiana, eso probablemente se traduzca en un ahorro de energía del 90 al 99 por ciento, lo que convertirá al control por voz en algo práctico en el caso de dispositivos electrónicos relativamente sencillos. Eso incluye a aparatos limitados energéticamente, como aquellos que tienen que obtener del ambiente su energía o que deben afrontar periodos de meses entre cada recarga de su batería. Tales dispositivos formarán la columna vertebral tecnológica de lo que se ha comenzado a denominar “la internet de las cosas”, es decir, la tecnología que hará que vehículos, electrodomésticos, estructuras de ingeniería civil, equipamiento de fabricación e incluso ganado, tengan muy pronto sensores que envíen información directamente a los servidores en red, ayudando así a las tareas de mantenimiento y coordinación.
“La voz se convertirá en una forma natural de interactuar con muchas aplicaciones ponibles y aparatos inteligentes”, opina Anantha Chandrakasan, del equipo de investigación y desarrollo que ha creado el nuevo chip. La miniaturización de estos dispositivos precisará de un sistema de interactuación distinto que el táctil o el teclado. Será esencial integrar localmente la funcionalidad del habla para ahorrar en el consumo de energía del sistema, un ahorro que no sería viable con otros enfoques más tradicionales.
Fuente: noticiasdelaciencia.com