China lanza un chip revolucionario para acabar con la supremacía tecnológica de EU
El procesador fotónico Meteor-1 es un paso de gigante en un tipo de computación que puede hacer que los chips de silicio norteamericanos que dominan la inteligencia artificial queden obsoletos para siempre
China ha desarrollado el primer chip integrado de computación óptica altamente paralela del mundo, un trabalenguas técnico que significa que han desarrollado un chip destinado a aplastar el dominio de Nvidia, la compañía que fabrica los cerebros de silicio que alimenta toda la tecnología de inteligencia artificial. La misma compañía que no puede exportar sus chips más avanzados a Pekín.
El Meteor-1 usa luz láser en lugar de electricidad para procesar datos, convirtiéndose en el primer chip óptico altamente paralelo del mundo capaz de realizar múltiples operaciones simultáneamente, como una autopista de cien carriles frente a una carretera de un solo carril. Su capacidad es cien veces superior a tecnologías anteriores del mismo tipo que sólo manejaban 10 o 20 canales de luz, funcionando como una red de fibras ópticas por las que circulan rayos láser a la velocidad de la luz, sin la resistencia de los chips de silicio. Esta tecnología es crucial para la inteligencia artificial y los centros de datos porque los chips electrónicos actuales están llegando a sus límites físicos de tamaño y velocidad, convirtiendo la computación óptica en la próxima frontera tecnológica que puede transportar mucha más información y hacerlo más rápido que los electrones.
Este avance llega en el momento más crítico: cuando los chips electrónicos tradicionales se acercan a sus límites físicos y Estados Unidos mantiene un férreo control sobre las exportaciones de semiconductores avanzados hacia China.
Punto de inflexión
Aunque la idea no es nueva, el Meteor-1 marca un punto de inflexión porque combina teoría conocida con una implementación práctica extraordinariamente compleja. «Es simple en teoría pero experimentalmente es muy difícil hacer que funcione tan bien como lo han hecho», explica el profesor asociado del departamento de ingeniería eléctrica e informática de la Universidad de Pittsburgh Nathan Youngblood al diario hongkonés South China Morning Post.
La luz ofrece grados de libertad que una señal eléctrica no posee, apunta Amit Agrawal, profesor asociado de ingeniería óptica en la Universidad de Cambridge. La luz transmite datos mejor y más rápido que las señales eléctricas, lo que permite realizar más operaciones al aprovechar sus capacidades inherentes. El Meteor-1 es un gran paso adelante en términos de escalabilidad del chip y potencia de cálculo, dice Agrawal: «La novedad está en el hardware [del Meteor-1]».
La eficiencia y la latencia son los dos factores que están impulsando la revolución óptica, los dos factores donde la óptica ofrece una alternativa prometedora o complemento a la computación electrónica, mejorando potencialmente la eficiencia general del sistema.
Las sanciones estadounidenses aceleran la innovación china
El desarrollo del Meteor-1 cobra especial relevancia en el contexto de la guerra tecnológica entre Estados Unidos y China. En los últimos años, Estados Unidos ha aplicado prohibiciones de exportación a chips de inteligencia artificial de alta tecnología y otras tecnologías avanzadas para China, aunque algunas han sido posteriormente levantadas.
Irónicamente, esto ha hecho que China pise el acelerador para desarrollar inteligencia artificial más eficiente que la norteamericana, consiguiendo el mismo rendimiento con la mitad de recursos en varios motores de compañías como DeepSeek y Alibaba. A la vez, el gobierno chino ha invertido miles de millones en el desarrollo de procesadores que han dado resultados como el Meteor-1. «Yo diría que cuando limitas a las personas impidiendo que cierta tecnología llegue a su país, van a innovar de diferentes maneras. Y esto podría ser un impulsor para hacer progreso en el frente computacional donde China realmente podría terminar siendo un innovador clave en el espacio», señala Youngblood.
Agrawal señala que la computación fotónica permanece lejos de la «guerra» de disponibilidad tecnológica del mundo electrónico. «Si la computación fotónica se vuelve grande y este tipo de arquitecturas fotónicas se vuelven grandes, entonces ninguna de las tecnologías centrales que permiten hacer lo que estos tipos han hecho está controlada por exportaciones», afirma.
A pesar de lo impresionante que es el Meteor-1, estos expertos coinciden en que aún no está listo para aplicaciones reales y producción comercial. La computación óptica puede hacerse más eficiente en el futuro, pero actualmente no proporciona una unidad de menor consumo energético. Tanto Agrawal como Youngblood coinciden en que la producción científica de China contribuye cada vez más significativamente a esta industria pero habrá que esperar más tiempo para ver si el Meteor-1 cristaliza en una nueva revolución tecnológica que acabe con la hegemonía de los diseñadores de EEUU y la fabricación de chips en Taiwán.
Fuente: elconfidencial.com