China desarrolla motores para viajar a Marte en periodos de solo 39 días
En un proyecto ambicioso, la Agencia Espacial Nacional China se ha propuesto a impulsar viajes interplanetarios en cortos tiempos nunca antes experimentados por la humanidad
La Agencia Espacial Nacional China (CNSA) está diseñando paso a paso un motor de iones con una potencia de 200 megavatios para impulsar una nave espacial tripulada que se caracterizará por poder viajar a Marte en un periodo de tan solo 39 días terrestres.
La Gran estación espacial modular china o Tiangong, la cual se mantiene en la órbita baja de la Tierra, es la primera en usar motores de iones —grupos de átomos con carga eléctrica—; el desarrollo actual marcaría una continuación de esta tecnología que ha resultado ser eficiente.
El lanzamiento del módulo principal de dicha estación del gigante asiático se llevó a cabo el 29 de abril de este año, se llama Tianhe y lleva cuatro propulsores de ese tipo.
Los satélites artificiales de Starlink, empresa del multimillonario Elon Musk que brinda cobertura de internet a nivel mundial, utilizan motores de iones con un gas especial a fin de conservar el equilibrio en las afueras de nuestro planeta y controlar la caída de la chatarra.
En comparación a las 400 toneladas de combustible químico anual requerido para que la Estación Espacial Internacional siga en órbita, los propulsores de iones necesitan únicamente un promedio de 400 kilos, según cálculos de la CNSA.
Las ambiciones de los científicos chinos aún verán sus frutos en muchos años, pues un motor de 200 megavatios, por ahora, parece ser un concepto revolucionario. El empuje espacial actual de 25 a 250 milinewtons (potencia de 1 a 7 kilovatios) para un proyecto de viaje interplanetario no es suficiente en ningún caso.
Hang Guanrong, uno de los ingenieros del Shanghai Space Station Institute, anunció que están creando un motor de 50 kilovatios para misiones de transporte a la Luna y Marte. El récord máximo de propulsión lo ostenta un experimento del Laboratorio Nacional de Los Alamos, del Departamento de Energía de los Estados Unidos, administrado por la Universidad de California, que alcanza los 40 megavatios.
La principal dificultad de construir un motor de 200 megavatios es su durabilidad, asociada a cuánto daño harán las partículas al aparato. Expertos de la Academia de Ciencias de China habían contado que han creado un material resistente al calor y la radiación de los iones, pero no se han brindado detalles sobre los ensayos.
Fuente: larepublica.pe