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B-Shoe, el zapato con motores y auto equilibrio que evita que las personas mayores se caigan

Una caída, cuando se trata de una persona mayor, puede tener consecuencias graves. Por eso existen los zapatos B-Shoe, equipados con sensores y motores que auto equilibran, para evitar las caídas.

Las caídas en la Tercera Edad son un problema importante. Según estadísticas proporcionadas por el Servicio de Salud norteamericano, una de cada tres personas mayores de 65 años, se cae al menos una vez al año. Todas las personas mayores de 72 años se caen una vez al menos cada dos años, y los mayores de 80 años registran al menos una caída al año.

En muchos casos estas caídas no tienen consecuencias graves, pero en otras ocasiones pueden provocar incluso la muerte. El 25% de las admisiones en los hospitales están relacionadas con las caídas, y el 40% necesitan cuidados adicionales tras la recuperación. El 40% de los mayores de 65% que sufren caídas graves se vuelven dependientes, y el 25% fallecen en un año. Son datos terribles, y por eso la solución de B-Shoe resulta interesante, aunque aún se halla en la fase de prototipo, tal como podemos ver en este vídeo:

B-Shoe es un calzado con auto equilibrio. Esto significa que, cuando detecta que la persona pierde su equilibrio y se va a caer, se activan unos motores que echan un pie ligeramente hacia atrás. Esto hace que la persona recupere el equilibrio, evitando la caída.

Para que esto sea posible utiliza un microcesador que lee, en tiempo real, los datos que proporcionan los sensores de movimiento situados en el zapato.

Un software inteligente analiza estos datos y detecta que la persona que lleva los zapatos se va a caer. La clave está en que lo hace un segundo o unas décimas de segundo antes de que se caiga. Entonces activa los motores con ruedas que hay en la suela del zapato, echando el pie ligeramente hacia atrás. Esto evita que la persona se caiga.

De momento la tecnología es un prototipo, por eso abulta tanto en los B-Shoes que se ven en el vídeo. Primero tienen que asegurarse de que funciona. Y según las pruebas en el laboratorio Gait, parece que sí.

Después se centrarán en reducir el tamaño de los sensores, el microprocesador y la batería. La idea es que todo el mecanismo quepa en la suela del zapato, para que no se distingan de un calzado profesional.

Todas las ideas que busquen evitar caídas, lesiones y sufrimiento a las personas mayores, merecen nuestra atención.

Fuente: computerhoy.com