Avión de pasajeros ‘se monta’ en una tormenta y rompe el récord de vuelo subsónico entre Nueva York y Londres
Durante la noche del 8 al 9 de febrero de 2020, el avión de pasajeros Boeing 747-436 de British Airways estableció un nuevo récord de tiempo de vuelo subsónico: según el registro de servicio de Flightradar24, el avión despegó del aeropuerto internacional John F. Kennedy (Nueva York) y voló al aeropuerto de Heathrow (Londres) en solo 4 horas y 56 minutos. En el vuelo, la velocidad del avión alcanzó los 717 nudos (1.328 km/h).
Solo 40 minutos después de despegar de Nueva York, el Boeing 747-436 fue alcanzado por la corriente de aire de la tormenta Ciara, formada en el Atlántico y que en aquel momento se dirigía hacia Europa. Fue gracias a esto que el transatlántico pudo superar 5.554 kilómetros en menos de 5 horas. A modo de comparación, el tiempo de vuelo promedio de Nueva York a Londres en un clima tranquilo es de 6 horas 13 minutos.
Aunque el avión de BA aparentemente registró una velocidad superior a la velocidad del sonido, 1.234 km/h, no habría roto la barrera sónica al ser empujado por el aire a su alrededor. Incluso cuando viajaba a más de 1.287 km/h, el 747 volaba mucho más lento que la velocidad del sonido en relación con el aire a su alrededor.
Dos aviones secundaron del récord
Durante aquellas fechas el Boeing 747-436 de British Airways no fue el único avión que voló de Nueva York a Londres con gran anticipación. Otros dos aviones Airbus de Virgin Atlantic Airlines pasaron 4 horas 57 minutos y 4 horas 59 minutos en el mismo vuelo; es decir, fueron superados en tiempo por solo 1 y 3 minutos. Al mismo tiempo, los aviones que volaban de Londres a Nueva York llegaron a su destino en promedio dos horas después.
El anterior récord transatlántico de duración de vuelo fue establecido en enero de 2018 por la aerolínea noruega Boeing 787-9 Dreamliner. Este avión hizo 5 horas 13 minutos en el aire.
El récord de vuelo de pasajeros absoluto fue establecido por el avión supersónico Concorde en 1996 tras volar a más del doble de la velocidad del sonido, en un viaje de dos horas y 52 minutos.
Fuente: nmas1.org