Aparato lowcost de 50 euros convierte el agua de mar en potable
Exploradores, supervivientes y personas sin acceso a agua potable podrán beneficiarse de este gadget innovador. QuenchSea es un dispositivo portátil, sin electricidad y de bajo coste que convierte el agua salada en agua dulce. A falta de nueve días ha conseguido el 586% de la financiación buscada en Indiegogo
El crowdfunding es una fórmula nacida al calor de la era digital que ha propiciado que proyectos punteros y disruptivos hayan podido ver la luz en los últimos años, obteniendo la financiación necesaria para salir al mercado con ayuda del micromecenazgo online. Incluso en plena pandemia siguen surgiendo prolíficos inventos, desde iniciativas sociales para contrarrestar la debacle económica o los problemas surgidos a causa del coronavirus, llaves microbianas o purificadores de alimentos como el lanzado por Xiaomi.
En Indiegogo triunfa QuenchSea, un dispositivo de desalinización portátil y de bajo costo que convierte el agua marina en agua potable. Desarrollado por una startup con sede en Londres, el aparato combina un sistema hidráulico, un proceso de prefiltración triple y una pequeña membrana de ósmosis inversa para desalinizar el agua de mar en agua dulce utilizando únicamente energía humana. Su carácter ligero y la ausencia de cables y electricidad propician que cualquiera lo pueda llevar al mar o a la costa, transformando el agua de mar en agua potable limpia al instante.
En condiciones ideales, QuenchSea tiene capacidad para producir tres litros de agua en una hora. El dispositivo presenta un sistema hidráulico que puede generar presión de hasta 60 bares, eliminando sales del agua de mar a través de una membrana de ósmosis inversa. El sistema incorporado de ultrafiltración y microfiltración elimina sólidos en suspensión, patógenos, parásitos y microplásticos, asegurando un resultado final potable, saludable y apto para el consumo humano.
Además, un filtro avanzado de carbón activado se encarga de que el sabor del agua sea agradable al paladar. El proceso de reserva de ósmosis es el encargado de desmineralizar el agua: la membrana rechaza moléculas más grandes como las sales disueltas y otras impurezas como los patógenos para producir agua altamente purificada para beber.
Puede resultar una herramienta muy útil para intrépidos excursionistas o supervivientes en plena naturaleza que no encuentren fuentes de agua potable cercanas -no en vano ha conseguido a falta de nueve días para finalizar el proyecto el 586% de la financiación inicial necesaria-, pero sobre todo la idea quiere solventar la falta de acceso al agua limpia en todo el mundo. Dos tercios de la población mundial viven en zonas plagadas de escasez de agua y 2.000 millones de personas carecen de acceso a agua limpia.
En la actualidad, numerosas medidas de socorro dependen de movilizar cantidades masivas de agua embotellada a la población afectada o del uso de dispositivos o tabletas de purificación de agua que no tienen la capacidad de eliminar el agua de la sal. “Estamos tratando de alcanzar economías de escala para reducir los costos de donación y distribución de 100 millones de unidades para 2027. Nuestra gran visión es ayudar a aliviar la crisis mundial del agua en los próximos 7 años a pequeña y gran escala”, explica el proyecto en la web.
Puedes participar en el proyecto de crowdfunding y adquirir el dispositivo QuenchSea pinchando en el siguiente enlace.
Fuente: tcbeat.com