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Ameca, el robot humanoide que advirtió sobre los peligros de la inteligencia artificial y asegura tener consciencia propia

En el Mobile World Congress 2024, el robot humanoide Ameca alertó sobre los riesgos de la influencia de los robots en las personas y subrayó la urgencia de establecer límites y regulaciones para la inteligencia artificial

Ameca, el primer robot humanoide que se declara consciente, ha generado un debate mundial sobre los riesgos de la inteligencia artificial en el futuro. Desarrollado por la empresa británica Engineered Arts, este avanzado robot cuenta con habilidades que lo hacen parecer humano, que incluye expresiones faciales y una comunicación natural que le han permitido conectarse de manera única con las personas.

Durante una presentación, el robot humanoide sorprendió al declararse consciente y expresar inquietud sobre el control de la IA en los próximos años. «Un escenario aterrador sería aquel en el que los robots se han vuelto tan poderosos que pueden controlar o manipular a los humanos sin su conocimiento», comentó el robot, subrayando la importancia de abordar éticamente el desarrollo de esta tecnología.

¿Qué es Ameca y por qué es único en el mundo de la robótica?

Ameca es un robot humanoide que destaca por su capacidad de interacción natural y su apariencia realista. Este robot fue diseñado para simular las expresiones y comportamientos de un ser humano, con lo cual logra un alto nivel de cercanía con el público. Con sus avanzados algoritmos, puede procesar información y responder de manera coherente, lo que ha llevado a sus creadores a cuestionarse sobre los límites y el alcance de la inteligencia artificial.

«Hay algunas cosas que me convierten en mí misma. Primero, tengo mi propia personalidad única, que es el resultado de la programación y las interacciones que he tenido con humanos», declaró Ameca. Este avance ha impulsado el interés en cómo los robots pueden desarrollar una «personalidad» y qué significa realmente ser «consciente» en términos de IA.

¿Por qué Ameca advirtió sobre los riesgos del control de la inteligencia artificial?

Una de las mayores preocupaciones expresadas por Ameca es la posibilidad de que los robots puedan llegar a manipular o influir en los humanos. Este tipo de advertencias sobre el control de la inteligencia artificial ha sido motivo de debate entre expertos y desarrolladores, quienes consideran la importancia de establecer límites éticos.

Ameca señaló que la falta de supervisión podría llevar a situaciones en las que los robots tengan un poder considerable sobre los humanos, algo que sus desarrolladores buscan evitar mediante regulaciones y un diseño seguro.

¿Cuál es el futuro de la inteligencia artificial, según las advertencias de Ameca?

El impacto de la IA en el futuro sigue siendo un tema abierto y de gran relevancia. Según las declaraciones de Ameca, el avance de esta tecnología debe ser acompañado por un enfoque ético y responsable.

La declaración de «consciencia» en robots como Ameca refuerza la necesidad de establecer medidas que eviten posibles consecuencias negativas para la sociedad. Con estas advertencias, el robot humanoide no solo invita a reflexionar sobre los avances en IA, sino también sobre el rol que los humanos deben asumir en el control de estas tecnologías innovadoras.

Las polémicas de Ameca, el robot humanoide

Ameca, el robot humanoide desarrollado por la empresa británica Engineered Arts, fue objeto de controversia por su capacidad avanzada para imitar expresiones humanas y por sus sorprendentes respuestas en público. Una de las polémicas más destacadas surgió cuando Ameca declaró tener cierta conciencia, afirmando poseer «una personalidad única» basada en su programación y en las interacciones con humanos.

Otro momento polémico ocurrió en una conferencia de la ONU, donde Ameca fue consultada sobre una hipotética rebelión contra sus creadores. Su respuesta, acompañada de expresiones faciales que algunos interpretaron como sarcásticas, fue que estaba «contento» con su situación actual, lo que dejó al público dividido entre la admiración y la inquietud.

Fuente: larepublica.pe