La tos ferina, también conocida como pertussis, es una infección de las vías respiratorias causada por la bacteria Bordetella pertussis. Se caracteriza por ser extremadamente contagiosa, propagándose de persona a persona a través de la tos o los estornudos. Aunque puede afectar a personas de todas las edades, los niños pequeños son particularmente vulnerables, así como los adolescentes y adultos mayores.

Síntomas de la tos ferina

Los síntomas de la tos ferina se desarrollan en dos etapas distintivas:

Primera etapa:

Entre 7 y 10 días después de la exposición a la bacteria, los primeros síntomas comienzan a manifestarse. Estos incluyen moqueo, congestión nasal, ojos llorosos, fiebre leve y una tos ligera. En esta fase, los síntomas pueden parecer similares a los de un resfriado común, lo que hace que la enfermedad pase desapercibida.

Segunda etapa:

Alrededor de la segunda semana, la tos se vuelve más severa y persistente. La mucosidad espesa bloquea las vías respiratorias, lo que provoca episodios de tos incontrolable. Estos ataques de tos pueden ser tan intensos que provocan vómitos, fatiga extrema y un sonido silbante o chillón al inhalar aire. Es en esta etapa donde las complicaciones pueden surgir, incluyendo neumonía, infecciones en los oídos, pérdida de apetito, alteraciones del sueño, desmayos, deshidratación, convulsiones y, en casos graves, encefalopatía.

Prevención y vacunación

La vacunación es la medida preventiva más eficaz contra la tos ferina. El esquema de vacunación recomendado puede comenzar desde el embarazo para proteger al recién nacido, continuando con dosis adicionales hasta los 7 años. Es crucial que los padres, madres y cuidadores se aseguren de que los menores estén al día con su esquema de vacunación.

La UNAM y el sistema de salud mexicano han instado a la población a acudir a los centros de salud para vacunarse. Existen más de 200 servicios de vacunación disponibles en todo el país, los cuales pueden consultarse a través de la página web de la Secretaría de Salud.

La importancia de estar alertas

Aunque la situación actual no indica una emergencia sanitaria, la UNAM ha enfatizado la importancia de no bajar la guardia. El aumento en los casos de tos ferina refleja una disminución en la cobertura de vacunación y una baja exposición a la bacteria, lo que ha llevado a una mayor vulnerabilidad en la población.

La comunidad médica sigue atenta al desarrollo de este brote y recomienda a la población que ante cualquier síntoma sospechoso acudan de inmediato al médico. La tos ferina, aunque prevenible, puede tener consecuencias graves si no se detecta y trata a tiempo.

Síntomas de la tos ferina

Los síntomas de la tos ferina se desarrollan en dos etapas distintivas:

Primera etapa:

Entre 7 y 10 días después de la exposición a la bacteria, los primeros síntomas comienzan a manifestarse. Estos incluyen moqueo, congestión nasal, ojos llorosos, fiebre leve y una tos ligera. En esta fase, los síntomas pueden parecer similares a los de un resfriado común, lo que hace que la enfermedad pase desapercibida.

Segunda etapa:

Alrededor de la segunda semana, la tos se vuelve más severa y persistente. La mucosidad espesa bloquea las vías respiratorias, lo que provoca episodios de tos incontrolable. Estos ataques de tos pueden ser tan intensos que provocan vómitos, fatiga extrema y un sonido silbante o chillón al inhalar aire. Es en esta etapa donde las complicaciones pueden surgir, incluyendo neumonía, infecciones en los oídos, pérdida de apetito, alteraciones del sueño, desmayos, deshidratación, convulsiones y, en casos graves, encefalopatía.

Prevención y vacunación

La vacunación es la medida preventiva más eficaz contra la tos ferina. El esquema de vacunación recomendado puede comenzar desde el embarazo para proteger al recién nacido, continuando con dosis adicionales hasta los 7 años. Es crucial que los padres, madres y cuidadores se aseguren de que los menores estén al día con su esquema de vacunación.

La UNAM y el sistema de salud mexicano han instado a la población a acudir a los centros de salud para vacunarse. Existen más de 200 servicios de vacunación disponibles en todo el país, los cuales pueden consultarse a través de la página web de la Secretaría de Salud.

La importancia de estar alertas

Aunque la situación actual no indica una emergencia sanitaria, la UNAM ha enfatizado la importancia de no bajar la guardia. El aumento en los casos de tos ferina refleja una disminución en la cobertura de vacunación y una baja exposición a la bacteria, lo que ha llevado a una mayor vulnerabilidad en la población.

La comunidad médica sigue atenta al desarrollo de este brote y recomienda a la población que ante cualquier síntoma sospechoso acudan de inmediato al médico. La tos ferina, aunque prevenible, puede tener consecuencias graves si no se detecta y trata a tiempo.

Fuente: msn.com