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Se buscan voluntarios para consumir LSD en un estudio científico

En Silicon Valley, la cuna de los genios de la tecnología, lleva años corriendo el rumor de que la fórmula del éxito es la misma que la de la dietilamida del ácido lisérgico o LSD. Todo comenzó después de que algunos emprendedores de la zona sur de la Bahía de San Francisco manifestaran públicamente que gran parte de lo que habían conseguido no hubiera sido posible sin recurrir a esta sustancia.

Según defienden los geeks que han sucumbido a las supuestas bondades de esta droga, el consumo en microdosis de LSD mejora su productividad, impulsa su creatividad y les ayuda a mejorar sus habilidades sociales. Eso sí. Siempre que las tomas se espacien un mínimo de tres días y que la dosis diaria no supere los 15 microgramos. Es decir, una décima parte de la que se suele emplear para emprender un viaje de ácido.

Una tesis que, de acuerdo con los datos que maneja el Psychedelic Research in Science & Medicine, no sería para nada descabellada ya que, según se desprende de sus observaciones, en dosis tan bajas, «los psicodélicos aumentan la atencióny la capacidad de procesar información. Por lo tanto, son útiles para impulsar la creatividad y el rendimiento laboral».

Muchos interesados han querido interpretar este controvertido postulado como la confirmación de que el consumo de cantidades mínimas de LSD es capaz de generar efectos que pueden llegar a ser beneficiosos para determinados sujetos. Y es que, además de la sensación de bienestar y vitalidad reportada por los ‘microconsumidores’ de este psicodélico, no son pocos los que aseguran haber superado su depresión gracias al ácido lisérgico. Argumentos, todos ellos, que, cabe subrayar, todavía no han sido demostrados científicamente.

Y decimos todavía porque un grupo de expertos del The Beckley Foundation y delImperial College de Londres trabajan ya en el primer ensayo con microdosis de LSD con el objetivo de determinar si esta nueva forma de consumo tiene alguna consecuencia sobre el bienestar psicológico y la función cognitiva de las personas o si la droga actúa únicamente como placebo.

¿LSD o placebo?

Para poder iniciar cuanto antes la investigación, Balázs Szigeti, líder del proyecto, ha realizado un llamado tanto a aquellos mayores de edad que ya están recurriendo a estas microdosis como a los que tengan la intención de tomarlas y quieran ayudar a la ciencia. Aprovechando la presentación en sociedad del ensayo dejaban claro que, en este trabajo, ni se facilitarán sustancias ilegales ni se animará a nadie a que las tome.

La metodología que emplearán será la siguiente. Una vez hayan conseguido reunir la muestra necesaria dará comienzo un estudio en el que se realizará un seguimiento diario de los consumidores durante cuatro semanas. A lo largo de este tiempo estos nunca sabrán si están tomando dosis de LSD o de placebo.

Tal y como ha adelantado el equipo al frente de la investigación, «las microdosis serán calcadas a las que ellos toman habitualmente y se les suministrarán en unas cápsulas de gel no transparentes que, a la vista, serán exactamente iguales a otras de placebo que habrán preparado expresamente para la ocasión».

Será poco después de cada toma cuando se someta a los voluntarios a distintas preguntas sobre su estado de ánimo. Además de esta prueba, estos también serán examinados a través de distintos juegos en línea elaborados expresamente para medir su rendimiento cognitivo. Si todo va bien, apunta Szigeti, los resultados se harán públicos el próximo año.

Fuente: elmundo.es