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Premio Nobel de Medicina conocía el trabajo del científico chino que modificó genéticamente a dos bebés

«Preferiría no tener más detalles de esto», así fue la reacción del Premio Nobel de Medicina 2006, Craig Mello, cuando el científico chino He Jiankui le comentó que finalmente había tenido éxito en su experimento de modificar genéticamente dos embriones y luego implantarlos en una mujer que daría a luz a dos niñas en 2018.

Mello, quien recibió el galardón hace 13 años junto a Andrew Fire por su aporte con el descubrimiento de la interferencia en el ARN, fue contactado en el pasado por He a través de correos electrónicos, misivas en que se encargó de comentarle -según los mensajes obtenidos por la agencia de noticias AP- que el trabajo que estaba realizando era antiético.

Sin embargo, el científico estadounidense tampoco cesó la conversación de inmediato con su contraparte asiática ni lo reportó a las autoridades. En cambio, se mantuvo como su asesor hasta que en abril del año pasado He le escribió «¡Éxito!». Ante esto, el Nobel decidió cambiar su actitud ante el experimento que se realizaba al otro lado del planeta.

«Estoy muy contento por ti, pero preferiría no tener más detalles de esto», decía el correo electrónico según detalló la agencia de noticias. Además, Mello agregó que «estás arriesgando la salud de las niñas que estás editando… No veo los motivos por los que estás haciendo esto. Le deseo a tu paciente la mejor de las suertes para que tenga un embarazo saludable».

A pesar de no alejarse inmediatamente de la comunicación tras conocer el experimento, Mello sí le escribió a He que no quería que, al revelarse esto, él se viera éticamente comprometido: «Creo que estás tomando un gran riesgo y no quiero que nadie piense que yo apruebo lo que estás haciendo».

«Siento no poder darte más apoyo en este esfuerzo que estás haciendo, sé que tienes buenas intenciones», sentenció el Nobel en sus mensajes.

Desde aquel correo en abril hasta que He decidió hacer pública la noticia en noviembre del año pasado son pocos los detalles que se pueden reconstruir, sin embargo, después del artículo en la revista del MIT el físico chino debió enfrentar críticas de sus colegas e incluso ahora se encuentra bajo custodia armada en un departamento en su país de origen.

Fuente: DPA