El uso de la pirotecnia puede desencadenar molestias temporales, como zumbidos en oídos conocidos como “tinnutis” y hasta la pérdida auditiva permanente

Dentro de las tradiciones más populares en las fiestas decembrinas está el uso de pirotecnia a pesar de que su uso se encuentra sumamente regulado. El estallido de cohetes, luces y petardos suele ser acompañante de celebraciones, sin embargo, tras la diversión hay algunas advertencias sobre riesgos que puede ocurrir, sobre todo para el sistema auditivo. Aunque parezcan inofensivas, las explosiones pueden tener consecuencias graves.

Algunos expertos señalan que la exposición a sonidos por encima de los 85 decibeles puede llegar a causar daños auditivos, y los fuegos artificiales llegan a alcanzar hasta los 150 decibeles. Este nivel tan alto de ruido equivale a estar junto a un avión despegando y llega a generar lesiones inmediatas en los oídos.

El exceso de ruido que provoca la pirotecnia puede desencadenar molestias temporales, como zumbidos en oídos conocidos como “tinnutis”, hasta la pérdida auditiva permanente. Los más vulnerables son los niños y adultos mayores, pero cualquiera puede sufrir las consecuencias si no se toman precauciones.

Daños irreversibles en minutos

La estructura del oído es sumamente sensible a los sonidos fuertes. Un estallido repentino puede llegar a dañar las células ciliadas de la cóclea, las cuales se encargan de transformar las vibraciones en señales eléctricas que el cerebro interpreta como sonido. Cuando estas células se destruyen, no se regeneran, por lo que la pérdida auditiva podría ser permanente.

Además, la pirotecnia también genera un impacto psicológico. Los ruidos ensordecedores llegan a provocar episodios de estrés y ansiedad, afectando en especial a quienes padecen sensibilidad auditiva o trastorno del desarrollo.

¿Qué alternativas existen?

Ante los riesgos para la salud de tus oídos, muchos han optado por prohibir la venta de pirotecnia ensordecedora y promover otras alternativas más seguras. Tales como la pirotecnia luminosa, que no emiten cantidades considerable de ruido, pero son agradable a la vista, como las bengalas.

Se recomienda que, si no se puede evitar la exposición a la pirotecnia, se usen tapones auditivos o protectores de oído y así reducir el impacto. También importa mantenerse a una distancia segura.

La prevención y la conciencia son indispensables para proteger tu salud auditiva. Aunque los fuegos artificiales puedan parecer inofensivos, los riesgos para los oídos, la salud mental y la tranquilidad del entorno, invitan a reflexionar sobre cómo celebras las fiestas.

Fuente: oem.com.mx