El cerebro de una niña de once años es el cuartel general en el que las emociones luchan por el control, aunque generalmente Alegría se sale con la suya.

Así arranca la película Intensamente, de Disney Pixar, pero, si se actualizara hoy, los guionistas tendrían que crear 27 personajes distintos para explicar las emociones de la protagonista.

El concepto extendido de que la mayoría de las emociones humanas caen dentro de seis categorías (alegría, tristeza, ira, sorpresa, miedo e indignación) podría derrumbarse según la investigación de científicos de la Universidad de California en Berkeley.

En el estudio, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, identificaron 27 categorías distintas de emociones y, a la vez, crearon un mapa multidimensional, interactivo que revela que están interconectadas.

Para ello analizaron, con modelos estadísticos, las respuestas de más de 800 personas acerca de 2.000 videoclips emocionalmente llamativos.

“Hallamos que se necesitan 27 dimensiones diferentes, no seis, para responder por la forma como cientos de personas reportaron sentirse en respuesta a cada video”, dijo el autor senior Dacher Keltner, profesor y experto en la ciencia de las emociones.

Es más: encontraron que cada estado emocional no es una isla, sino que hay gradientes de emociones, por ejemplo, entre tranquilidad y asombro, terror y tristeza, regocijo y adoración”, explicó.

“No tenemos grupos finitos de emociones en el mapa porque todas están interconectadas –señaló la cabeza de la investigación, Alan Cowen, estudiante de doctorado –. Las experiencias emocionales son mucho más ricas y más variadas de lo que se pensaba”.

Las que son

Las emociones calificadas por los grupos del estudio son admiración, adoración, apreciación estética, regocijo, ansiedad, asombro, incomodidad, aburrimiento, júbilo, calma, confusión, antojo, indignación, dolor rotundo, embelesamiento, envidia, excitación, temor, terror, interés, disfrute, nostalgia, romance, tristeza, satisfacción, deseo sexual y compasión.

“Nuestra esperanza es que estos hallazgos ayuden a otros científicos a captar con mayor precisión las emociones detrás de los estados de ánimo, la actividad cerebral y las señales para mejorar los tratamientos psiquiátricos y el entendimiento del cerebro”, dijo Cowen. Se halló que los participantes compartían la respuesta a cada uno de los videos.

Fuente: Proceedings of the National Academy of Sciences