National Geographic revela por primera vez el proceso de un trasplante total de cara
Durante dos años un equipo de periodistas especializados de la revista documentó la historia de Katie Stubblefield, la receptora de trasplante de cara más joven en la historia de Estados Unidos.
La escritora Joanna Connors y los fotógrafos Maggie Steber y Lynn Johnson trabajaron cientos de horas durante más de dos años para contar la historia de Katie Stubblefield, la receptora de trasplante de cara más joven en la historia de Estados Unidos. El paso a paso de este proceso es la tapa de la edición de septiembre de la revista National Geographic y está disponible a partir de hoy en https://www.nationalgeographicla.com/una-cara-nueva.
El equipo de periodistas de la revista acompañó a los padres y a los médicos de Katie a lo largo de las numerosas cirugías realizadas en Cleveland Clinic, y los seguirá acompañando en las operaciones que se continúan haciendo a medida que avanza la recuperación.
“Historia de una cara” trata sobre la esperanza y la resiliencia, la identidad, la fuerza del amor de una familia y la devoción por su hija, y sobre el milagro médico que le ha dado a Katie una segunda oportunidad en la vida”, comentó Susan Goldberg, Directora de Redacción de National Geographic Partners y Jefa de Redacción de la revista National Geographic.
De acuerdo con los investigadores de Natgeo, el traumatismo de cara de Katie ocurrió el 25 de marzo de 2014, cuando Katie tenía 18 años, por un disparo de bala autoinfligido. Katie recibió un trasplante total de cara que comenzó el 4 de mayo de 2017 y el procedimiento duró más de 31 horas.
El reportaje cuenta cómo Katie estuvo en lista de espera para trasplante más de un año antes de que se encontrara un donante. Adrea Schneider, una mujer de 31 años que había fallecido recientemente, era compatible. Su abuela, Sandra Bennington, tomó la decisión de donar la cara de Adrea a Katie. Adrea estaba registrada como donante de órganos y su corazón, pulmones e hígado también fueron donados y salvaron vidas a lo largo de Estados Unidos.
“La historia conecta a las audiencias de manera única con la historia profundamente humana detrás de la ciencia, gracias a la valentía de Katie y de su familia que nos ofrecieron un acceso ilimitado a la historia para así permitirnos compartir su camino con el mundo entero. El resultado es una mirada extraordinaria a un procedimiento que nos hará preguntarnos a nosotros mismos qué pensamos sobre la relación entre nuestro aspecto exterior y nuestro yo interior”, añadió Goldberg,
La cirugía de trasplante de cara de Katie fue financiada por el Departamento de Defensa de los EE. UU. a través del Instituto de Medicina Regenerativa de las Fuerzas Armadas, en un esfuerzo por mejorar el tratamiento para los miembros de las fuerzas heridos en batalla que regresan con lesiones similares. Como tal, la cirugía de trasplante de cara de Katie la ha convertido en un experimento de por vida para el tratamiento de traumatismos faciales por bala.
Fuente: elespectador