Nanopartículas de oro ofrecen una nueva esperanza para tratar el cáncer en México
En México, el aumento del cáncer representa una de las principales causas de mortalidad. Datos oficiales reportan cerca de 195 mil 500 nuevos diagnósticos al año en sus diferentes tipos, y aproximadamente 46% de los pacientes fallece debido a esta enfermedad. Además, proyecciones de la Secretaría de Salud señalan que, hacia 2040, la incidencia podría incrementarse entre 60% y 80%, con una mortalidad estimada por cáncer de mama y próstata de entre 60% y 90 por ciento. También se estima que 14% de la población desarrollaría algún tipo de tumor antes de los 75 años y 6.7% podría morir antes de alcanzar esa edad.
Igualmente, estas cifras, proporcionadas a NotiPress, reflejan la urgencia de buscar soluciones más eficaces y menos invasivas para tratar el cáncer. Frente a esta necesidad, el Hospital Houston Methodist investiga una alternativa que ha despertado interés en la comunidad científica: el uso de nanopartículas de oro. Según la Dra. Carly Filgueira, especialista en Química y Nanomedicina, estas partículas extremadamente pequeñas poseen propiedades que las vuelven ideales para interactuar con el cuerpo humano sin causar efectos adversos.
Filgueira señala que «el oro es un material ideal para su uso en el cuerpo humano porque no reacciona fácilmente con otros elementos y no se oxida, lo que significa que no genera reacciones adversas en el organismo». Además de su estabilidad química, el oro es altamente detectable mediante técnicas de imagen como los rayos X, debido a su densidad electrónica, permitiendo observar su ubicación exacta dentro del cuerpo.
Investigaciones lideradas por la Dra. Filgueira demostraron cómo estas nanopartículas, al ser recubiertas con diferentes sustancias, pueden dirigirse a áreas específicas de un tumor. El estudio evidenció, mediante imágenes de tomografía computarizada, que las partículas recubiertas tienden a desplazarse hacia el exterior del tumor, mientras que las no recubiertas se concentran en el centro. Esta diferenciación en el comportamiento abre la posibilidad de atacar zonas críticas del tumor de manera dirigida.
La precisión en la administración del tratamiento fue posible gracias a una mejora en el método de inyección, propuesta por una estudiante de posgrado. En lugar de una aplicación manual, se empleó una bomba de jeringa que permitió controlar de forma más exacta la distribución de las nanopartículas dentro del tumor. Esto facilitó observar de manera más clara el comportamiento de las partículas y su retención en la zona deseada.
El potencial terapéutico de este enfoque radica en su capacidad de permanecer en el sitio de aplicación, evitando su dispersión por el resto del cuerpo y reduciendo significativamente los efectos secundarios. Además, al mantenerse localizadas, las nanopartículas permiten un monitoreo constante de la zona tratada, lo cual resulta fundamental para ajustar o complementar terapias según los avances del paciente.
Aunque esta línea de investigación aún se encuentra en fase experimental, representa una vía prometedora para mejorar el tratamiento de tumores sólidos. De acuerdo con información para el equipo de NotiPress, estos avances científicos podrían marcar un cambio en el enfoque terapéutico hacia opciones más personalizadas y menos agresivas, considerando la heterogeneidad de los tumores y las diferencias entre pacientes.
De este modo, en palabras de la investigadora, «el objetivo es avanzar más hacia la medicina personalizada porque […] los tumores en sí son muy heterogéneos». Estas declaraciones respaldan la importancia de continuar el desarrollo de terapias específicas, ajustadas a las características particulares de cada caso.
Fuente: notipress.mx