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Lentes de contacto capaces de medir la glucosa en sangre

Unos biosensores transparentes integrados en lentes de contacto podrían pronto permitir a médicos y pacientes controlar los niveles de glucosa en sangre, y otros síntomas reveladores de enfermedades, sin necesidad de practicar pruebas invasivas. Las lentes de biodetección, basadas en tecnología que llevó al desarrollo de smartphones con pantallas más brillantes, podrían ser usadas asimismo para vigilar el consumo de fármacos o servir como sistema de detección temprana para el cáncer y otros trastornos médicos graves.

Gregory S. Herman ideó por primera vez el uso de la biodetección mientras trabajaba en la industria. En aquella época, él y dos de sus colegas inventaron un compuesto, ahora comúnmente conocido como IGZO (por las siglas en inglés de Indium Gallium Zinc Oxide). Este semiconductor revolucionó la electrónica, ofreciendo a los consumidores pantallas de mayor resolución en televisiones, smartphones y tabletas, ahorrando al mismo tiempo energía y mejorando la sensibilidad de las pantallas táctiles.

Después de trasladarse a la Universidad Estatal de Oregón en 2009, Herman empezó a investigar las aplicaciones biomédicas de esta tecnología. En particular, quería encontrar un modo de ayudar a las personas con diabetes a vigilar constantemente y de forma más eficiente sus niveles de glucosa en sangre, usando lentes de contacto biosensoriales.

Una vigilancia constante de la glucosa, en vez del método de pinchar y analizar, ayuda a reducir el riesgo de problemas de salud relacionados con la diabetes. Pero la mayoría de los sistemas de vigilancia continuada de la glucosa precisan la inserción de electrodos en varias ubicaciones bajo la piel. Esto puede ser doloroso, y existe el riesgo de que los electrodos ocasionen irritación cutánea o infecciones.

Las lentes de contacto biosensoriales podrían eliminar muchos de estos problemas y mejorar la observancia, ya que los usuarios pueden fácilmente reemplazar las lentes de contacto de manera diaria. Y, a diferencia de los electrodos en la piel, resultan invisibles gracias a su transparencia, lo que podría ayudar a que los usuarios se sientan menos agobiados.

Las pruebas iniciales realizadas con prototipos son prometedoras.

Fuente: noticiasdelaciencia.com