La futura píldora anticonceptiva masculina podría basarse en un veneno africano
En casi toda pareja estable que no quiere tener hijos se ha planteado alguna vez la misma duda: ¿píldora, otros métodos hormonales, preservativos, ligadura de trompas, vasectomía? Durante décadas, solo han existido pastillas anticonceptivas para las mujeres y a los hombres les quedaban dos opciones para evitar un embarazo no deseado: condón o vasectomía. Indudablemente, solo los preservativos evitan la transmisión de enfermedades sexuales.
Hasta ahora, las líneas de investigación en la anticoncepción masculina ya habían planteado el uso de hormonas esteroides para interrumpir la producción de esperma. ¿Inconvenientes? Que también reducía los niveles de testosterona, dejaba la libido por los suelos y provocaba cambios indeseados en el peso y los niveles del colesterol bueno. Como las primeras píldoras femeninas.
Sin embargo, un reciente estudio de la Universidad de Minessota ha planteado una alternativa no hormonal para los hombres: la ouabaína. La futura píldora anticonceptiva masculina podría basarse, nada menos, que en un veneno africano. Esta exótica sustancia, también conocida como “estrofantina” se extrae de plantas de la familia Strophanthus, que los guerreros de las tribus de Gabón (África) usaban para envenenar las puntas de flecha y provocar un fallo cardiorespiratorio.
De la misma forma y a dosis muy bajas, en los años 70 todavía se aprovechaba su eficacia para el tratamiento de insuficiencias cardíacas.
Espermatozoides paralizados
Los investigadores de la Universidad de Minnesota llevan diez años analizando las propiedades de la ouabaína para interrumpir la acción de las células espermáticas. Al menos en las ratas macho donde ha sido testado, el nuevo compuesto químico derivado de la ouabaína consigue que los espermatozoides pierdan motilidad de forma temporal. Y cuando se retira el tratamiento se recupera la fertilidad.
El siguiente paso es investigar el efecto de la ouabaína en apareamiento de animales, comprobar si la reducción del movimiento de los espermatozoides es suficiente para evitar la concepción, testar su seguridad farmacológica, descartar la toxicidad y empezar con los ensayos clínicos en humanos. El equipo de científicos calcula que tardará unos cinco años en saber si han descubierto por fin la píldora anticonceptiva masculina. Hasta entonces, habrá que esperar.
Fuente: tecnoxplora.com