El estudio concluye que dapaglifozina no aporta mejoras adicionales sobre los efectos del implante en adultos mayores
El Instituto de Investigación Sanitaria INCLIVA, del Hospital Clínico Universitario de València ha participado en un estudio que analiza cómo influye la dapagliflozina —un fármaco utilizado en diabetes y en insuficiencia cardíaca— en la calidad de vida de los pacientes tras un reemplazo de la válvula aórtica, conocido como TAVI (por sus siglas en inglés: Transcatheter Aortic Valve Implantation).
El TAVI es un procedimiento mínimamente invasivo que sustituye la válvula aórtica cuando esta se encuentra estrechada debido a la estenosis aórtica, una condición que dificulta que la sangre salga del corazón hacia el resto del cuerpo. La estenosis provoca síntomas como fatiga, dificultad para respirar, mareos y limitaciones para realizar actividades diarias, afectando de manera significativa la calidad de vida, sobre todo en personas mayores.
La dapagliflozina, que originalmente se desarrolló para tratar la diabetes tipo 2, ha demostrado en los últimos años tener efectos beneficiosos sobre el corazón y los riñones, sobre todo en pacientes con insuficiencia cardíaca, donde ayuda a reducir la retención de líquidos, la presión cardíaca y mejora la función del corazón.
El estudio forma parte del ensayo clínico Dapa-TAVI, promovido por la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), que evalúa si añadir dapagliflozina tras un TAVI puede mejorar la salud y la calidad de vida de los pacientes.
Resultados principales
Para medir los resultados, los investigadores utilizaron el Cuestionario de Miocardiopatía de Kansas City (KCCQ), una herramienta basada en la percepción del paciente que recoge información sobre sus síntomas, limitaciones físicas, estado emocional y capacidad para realizar actividades sociales y cotidianas. Los pacientes completaron el cuestionario antes del procedimiento y a los tres y doce meses después del TAVI, lo que permitió evaluar cómo evolucionaba su calidad de vida con el tiempo.
Entre los 964 pacientes incluidos, no se encontraron diferencias significativas entre quienes recibieron dapagliflozina y quienes solo siguieron el tratamiento estándar. Tanto a los tres como a los doce meses, la mejora en síntomas y en calidad de vida fue similar en ambos grupos.
La doctora Clara Bonanad, cardióloga e investigadora de INCLIVA, explica que “el TAVI por sí solo tiene un efecto muy potente para aliviar los síntomas de los pacientes con estenosis aórtica grave. Mejora inmediatamente la función del corazón y la capacidad para realizar actividades, por lo que no se observó un beneficio adicional con dapagliflozina sobre la calidad de vida”.
Por qué la dapagliflozina no aportó mejoras adicionales
Aunque la dapagliflozina ha demostrado reducir la mortalidad y los ingresos hospitalarios en pacientes con insuficiencia cardíaca, su efecto sobre la calidad de vida tras un TAVI es limitado. Esto se debe a que, en la estenosis aórtica, el problema principal es la obstrucción mecánica de la válvula. Una vez que la válvula se reemplaza mediante TAVI, la circulación mejora de inmediato, produciendo un alivio tan grande de los síntomas que es difícil superarlo con un medicamento adicional durante el primer año.
El doctor Sergio Raposeiras-Roubín, investigador principal del ensayo Dapa-TAVI, apunta que existe una base biológica para esperar que la dapagliflozina pudiera beneficiar a algunos pacientes después del TAVI. En algunos casos, persiste disfunción cardíaca residual, retención de líquidos o fibrosis miocárdica, situaciones que podrían mejorar gracias a los efectos del fármaco, que incluyen acción diurética, reducción de inflamación y apoyo metabólico al corazón.
Implicaciones para pacientes y médicos
El hallazgo clave es que los pacientes con estenosis aórtica grave mejoran notablemente su calidad de vida gracias al TAVI, independientemente de recibir dapagliflozina. Esto no descarta que el fármaco sea útil en otros contextos, como la insuficiencia cardíaca crónica, pero indica que su impacto adicional tras un TAVI es limitado en términos de síntomas y bienestar.
Los investigadores sugieren que futuros estudios podrían centrarse en pacientes que tras el TAVI presenten congestión persistente, biomarcadores alterados o baja puntuación en el KCCQ, para identificar mejor quién podría beneficiarse de la dapagliflozina en cuanto a mejora de síntomas y funcionalidad.
En definitiva, el estudio confirma que el TAVI es un procedimiento altamente efectivo para mejorar síntomas y calidad de vida en pacientes mayores con estenosis aórtica grave. La dapagliflozina, aunque beneficiosa en insuficiencia cardíaca, no aporta mejoras adicionales en la calidad de vida a corto y medio plazo en este grupo de pacientes. Este conocimiento permitirá a los médicos tomar decisiones más informadas sobre la prescripción del fármaco tras el procedimiento y centrar futuros ensayos en los pacientes que realmente podrían beneficiarse de él.
Fuente: elperiodic.com


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