Investigadores de la UNAM desarrollan terapias con nanopartículas para regenerar órganos
Investigadores del Instituto de Ciencias Físicas de la UNAM exploran el uso de nanopartículas magnéticas para activar procesos de regeneración celular y reparación de tejidos
Terapias basadas en nanopartículas podrían contribuir en la regeneración de órganos, reparación de lesiones en el corazón y al cierre de heridas en personas con enfermedades como la diabetes, asegura la investigadora Susel del Sol Fernández, del Instituto de Ciencias Físicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En entrevista con El Sol de Cuernavaca, la investigadora señala que este trabajo forma parte del campo conocido como magnetogenética, que combina herramientas físicas con biología para influir en el comportamiento celular.
¿Cómo funciona la técnica?
“La estrategia consiste en utilizar nanopartículas extremadamente pequeñas, imposibles de ver a simple vista, que, al ser expuestas a campos magnéticos externos, permiten activar o desactivar funciones específicas dentro de las células”.
Estas nanopartículas se dirigen a proteínas ubicadas en la membrana celular y, mediante estímulos controlados como fuerzas mecánicas o calor, desencadenan respuestas celulares que pueden favorecer la proliferación de células o su migración hacia zonas que necesitan reparación.
Esto podría aplicarse, por ejemplo, para acelerar el cierre de heridas en personas con úlceras crónicas o para reparar tejidos dañados después de un infarto, e incluso para la regeneración de órganos en el futuro.
Susel del Sol Fernández, investigadora
Así avanza la investigación
Aunque aún se encuentra en una fase temprana y experimental, esta línea de investigación tiene el potencial de ofrecer tratamientos en los que, desde fuera del organismo, se pueda guiar y controlar la actividad celular con precisión. Una ventaja clave es que los campos magnéticos penetran más profundamente que otros métodos, como la luz, y permiten activar o desactivar el estímulo de forma controlada.
Por ahora, los avances se probaron principalmente en modelos de laboratorio, donde se logró observar el cierre de heridas y un aumento en la proliferación celular en animales con capacidades regenerativas.
Aunque queda un largo camino antes de llegar a aplicaciones en seres humanos, los resultados actuales permiten identificar una herramienta prometedora en la medicina regenerativa.
Fuente: oem.com.mx