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¿Huele a quemado? No te asustes, es un ‘olor fantasma’ y le ocurre a 1 de cada 15 personas

¿Qué es ese olor? ¿No le huele como a… cenicero o a pelo quemado? ¿Quizá a comida estropeada?

Depende. Si es usted mayor de 40 años, las posibilidades de que este olor sea inventado son razonables. En concreto, el 6,5% de la población estudiada (o una de cada quince personas) experimentan olores fantasma, también llamados alucinaciones olfativas o fantosmia.

El dato de prevalencia, de cuánta gente padece de estas alucionaciones, es fruto de uno de los primeros estudios encaminados a buscarla. Se publica esta semana en la revista ‘JAMA Otolaryngology-Head and Neck Surgery’. Además de la cifra, la investigación detalla también los principales factores de riesgo que predisponen a un adulto a sufrir una de estas disfunciones olfativas.

Es decir, el trabajo podría ser algo más que una curiosidad y convertir estos olores fantasma en el canario de la jaula. Si empezamos a oler raro sin que haya un motivo externo, quizá algo no funciona biendentro de nosotros.

Kathleen Bainbridge investigadora en el Instituto Nacional de Sordera y Otros Trastornos Comunicativos (NIDCD) de los NIH estadounidenses es la investigadora principal de este estudio, que ha analizado los datos de 7.417 participantes mayores de 40 años recopilados por el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades. “A menudo se pasan por alto los problemas del olfato, a pesar de su importancia”, añade Judith Cooper, directora del NIDCD. “Pueden tener un gran impacto en el apetito, las preferencias alimentarias y la capacidad de oler señales de peligro como fuego, fugas de gas y alimentos estropeados”.

Las razones tras los falsos olores

“¿A veces hueles un olor desagradable, malo o a quemado cuando no hay nada?” era la pregunta a la que se enfrentaron los voluntarios, y de su respuesta se extrajo la evidencia de que muchos de los que padecían de alucinaciones olfativas tenían otros problemas como una mala calidad de vida o un peso por encima de lo que se considera saludable.

Estudios anteriores ya relacionaron esta capacidad para percibir olores fantasmas con la diabetes, una patología en auge entre los mayores de 60 años. Otros factores de riesgo para percibir olores fantasmas incluyen lesiones en la cabeza, boca seca, mala salud general o un bajo nivel socioeconómico. Los científicos han planteado que las personas con un nivel socioeconómico más bajo pueden estar más expuestas a contaminantes ambientales y toxinas, o tener problemas de salud que contribuyan a los olores fantasmas, ya sea directamente o como efecto secundario de los medicamentos necesarios para tratar sus problemas de salud.

Cuando cumplimos años, nuestra capacidad de oler es cada vez peor, pero la percepción de olores fantasma tiende a crecer.

Los datos de este último estudio coinciden con otro, realizado en 2017 en Suecia. En el país nórdico la tasa de “falsos oledores” estaba en el 5% de la población mayor de 60 años, con una prevalencia mayor en mujeres que en hombres. En el trabajo de los estadounidenses, que ampliaron el rango también hasta los 40 años, aparece que la prevalencia es mayor entre los 40 y los 60, donde el predominio femenino es particularmente notable.

“Las causas de la percepción del olor fantasma no se entienden”, explica Bainbridge. “Podría estar relacionado con una hiperactividad en las células de detección de olor en la cavidad nasal o tal vez con un mal funcionamiento de la parte del cerebro que interpreta esas señales”.

Fuente: elconfidencial.com