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Fundamental conocer la identidad del «paciente cero», el primer humano en infectarse con el covid-19

Autoridades chinas y expertos se concentran en descubrir el origen del actual brote de coronavirus, también llamado covid-19.

Específicamente, quieren dar con el «paciente cero», la primera persona contagiada por esta infección.

¿Qué significa el «paciente cero» y por qué es tan importante?

Paciente cero es el término que se usa para describir al primer humano infectado por un virus o enfermedad infecciosa.

Identificar a la primera persona infectada por un brote o enfermedad en particular es importante porque puede responder preguntas cruciales sobre cómo, cuándo y por qué se originó.

Estas respuestas ayudan a prevenir que más personas se infecten ahora o en epidemias futuras.

¿Sabemos quién es el «paciente cero» del coronavirus?

La respuesta corta es no. No lo sabemos.

Las autoridades chinas dijeron que el primer caso de coronavirus fue el 31 de diciembre de 2019. Inmediatamente, muchos de los primeros casos de la infección fueron vinculados a un mercado de mariscos y animales en Wuhan, en la provincia de Hubei.

Esta región es el epicentro del brote. Casi el 82% de los más de 75.000 casos registrados en China y el mundo son de Wuhan, de acuerdo a estadísticas recogidas por la Universidad John Hopkins, Estados Unidos.

Sin embargo, un estudio publicado por investigadores chinos en la revista médica Lancet asegura que la primera persona diagnosticada con covid-19 fue el 1 de diciembre de 2019 y que «no tuvo contacto» con el mercado.

Wu Wenjuan, doctor en el hospital Jinyintan en Wuhan y uno de los autores de ese estudio, dijo al servicio chino de la BBC que el paciente era un hombre anciano que padecía Alzheimer.

«El paciente vivía a cuatro o cinco estaciones de autobús del mercado de mariscos y, como estaba enfermo, básicamente no podía salir de casa», dijo Wu Wenjain.

El doctor también dijo que otras tres personas desarrollaron síntomas en los días siguientes. Dos de ellos tampoco habían estado en el mercado.

Sin embargo, los investigadores también hallaron que 27 personas de una muestra de 41 pacientes admitidos en el hospital a comienzos del brote «habían sido expuestos al mercado».

La hipótesis de que el brote empezó en el mercado y luego se transmitió de un animal vivo a un humano se sigue considerando la más probable, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).

¿Una sola persona puede desencadenar tal epidemia?

La epidemia de ébola entre 2014 y 2016 en el oeste de África ha sido la más grande desde que el virus se descubrió en 1976.

Mató a cerca de 11.000 personas e infectó alrededor de 28.000, de acuerdo a la OMS. La epidemia se extendió más de dos años y se detectaron casos en 10 países, la mayoría en África pero también en Estados Unidos, España, Reino Unido e Italia.

Los científicos concluyeron que este brote había comenzado en una sola persona, un niño de dos años de Guinea. Dijeron que se había infectado mientras jugaba en el hueco de un árbol donde habitaba una colonia de murciélagos.

Los hallazgos se publicaron en la revista de medicina molecular EMBO. Antes, los investigadores fueron a la aldea del bebé, Meliandou, para tomar muestras y charlar con los lugareños sobre la fuente del ébola.

«La paciente cero más icónica de todos los tiempos» fue apodada María tifoidea

Probablemente, la primera «paciente cero» fue Mary Mallon, apodada «María tifoidea», por causar un brote de fiebre tifoidea en Nueva York en 1906.

Originaria de Irlanda, Mary emigró a Estados Unidos, donde trabajó como cocinera para muchas familias ricas.

En cada lugar que trabajó, los miembros familiares de la casa comenzaron a desarrollar fiebre tifoidea.

Los doctores le llamaron portadora saludable. Es decir, alguien infectado por una enfermedad pero que no muestra síntomas.

Existe una amplia evidencia de que algunas personas son más «eficientes» que otras en transmitir virus y Mary es uno de los primeros casos en tener la «habilidad» conocida como «superpropagadores».

En aquel momento, la enfermedad afectó a varios miles de neoyorquinos anualmente y tenía un 10% de mortalidad.

¿Por qué a tantos científicos no les gusta mucho el término?

Muchos expertos en salud están en contra de identificar los primeros casos documentados de una epidemia por miedo a que pueda desencadenar desinformación o victimización de la persona.

Un ejemplo famoso es el del hombre que fue erróneamente identificado como el «paciente cero» de la epidemia del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA).

Gaetan Dugas, un canadiense homosexual asistente de vuelo, es uno de los pacientes más demonizados de la historia. Se le culpa de expandir el VIH en EE.UU. en los años 80.

Tres décadas después, los científicos dijeron que Duga no podía ser el primer caso. En un estudio de 2016 demostraron que el virus había migrado desde el Caribe a EE.UU. a comienzos de los 70.

Curiosamente, fue durante la epidemia del VIH cuando se creó por accidente el término de «paciente cero».

Mientras investigaban la transmisión de la enfermedad en Los Ángeles y San Francisco a inicios de los 80, investigadores de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) usaron la letra «O» (out) para referirse a casos de pacientes «fuera del estado de California».

Otros expertos confundieron la letra como si fuese un número 0, y allí se originó el término de «paciente cero».

Entonces, el profesor Oliver Pybus, de la Universidad de Oxford, realizó comentarios sobre este estudio.

«Tiene un punto interesante lo del Paciente Cero, que se ha convertido en objeto de conversación de los orígenes del SIDA. Sin embargo, no importa qué tan atractiva es esta narrativa, ésta no tiene base científica. Además, es muy desafortunado que esta persona haya sido identificada», dijo Pybus.

Fuente: BBC