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Estos gusanos invaden el cerebro y pueden ser letales. Ahora se están expandiendo por el calentamiento global

El cambio climático podría estar favoreciendo la propagación de una desagradable infección causada por unos gusanos que invaden el cerebro humano. Las alarmas saltaban hace un mes por la detección de varios casos en Hawaii. Según un nuevo estudio publicado en PLOS ONE, el parásito que la produce habría alcanzado también a Florida.

La angiostrongiliasis puede llegar a afectar al humano debido a una infortunada cadena de eventos. Todo comienza con una nematode parásita ( Angiostrongylus cantonensis, conocido popularmente como el el «gusano pulmonar de las ratas») que provoca una infección en los pulmones, la sangre y el cerebro de las ratas. Las ratas portadoras defecan larvas de gusano que son devoradas por caracoles, babosas, gambas de agua dulce o ranas. Los humanos que comen cualquiera de estas criaturas, o productos contaminados por las mismas, corren el peligro de verse afectados.

Aunque en la mayoría de los casos no ocurre nada grave, en algunas ocasiones la lombriz puede llegar hasta el cerebro y provocar una meningitis potencialmente mortal. Los síntomas en adultos se manifiestan como rigidez del cuello, dolor de cabeza, temblores, inflamación o vómitos. En los niños causa náuseas, fiebre y vómitos. Se ha recomendado en Norteamérica evitar el consumo de caracoles, limpiar bien las lechugas y, a los niños que juguetean con caracoles, lavarse concienzudamente las manos.

«El parásito está aquí en Florida y es algo que necesita ser tomado en serio», expresó Stockdale Walden, autor principal del estudio realizado por la Universidad de Florida y el Museo de Historia Natural de este Estado.

De las 171 ratas examinadas en cinco de los 18 condados de Florida, el 23% presentaban la enfermedad. En cerca del 16% de los excrementos recolectados, aparecía la infección y el 2% de los caracoles de tierra estudiados, también. El parásito no discrimina entre especies de caracoles.

«La realidad es que es probable que esté en más condados de los analizados y que se haya expandido en el sureste de los Estados Unidos más de lo que pensamos. La capacidad de este nematodo de ambiente históricamente subtropical para aparecer en un clima más templado es alarmante», sostiene Walden.

La infección también ha sido documentada en los últimos años en California, Alabama y Louisiana, y el calentamiento global parece la única causa de esta propagación geográfica. Una razón más para combatir el cambio climático.

Fuente: playgroundmag.net