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El tratamiento con plasma sanguíneo de pacientes curados de covid-19 que busca salvar vidas

Ante la pandemia del coronavirus, expertos de todo el mundo están usando las técnicas más avanzadas para encontrar un tratamiento contra la enfermedad covid-19.

Hay, sin embargo, un grupo que le apuesta a una técnica que existe desde hace más de un siglo.

Se trata de la terapia con plasma convaleciente, un procedimiento que se ha ensayado durante otras pandemias y que ahora un grupo de médicos está utilizando para brindarles una esperanza a las personas que corren el riesgo de morir a causa del covid-19.

El principio es sencillo: hacer transfusiones de plasma de la sangre de quienes ya se han recuperado de la enfermedad a pacientes que estén batallando contra ella.

¿Cómo funciona esta técnica y por qué prestigiosos médicos y científicos creen que podría funcionar?

Anticuerpos

Para entender este tratamiento, primero es importante saber qué es lo que hace especial al plasma.

El plasma es el suero o porción líquida que queda después de que se hayan removido los glóbulos rojos, las plaquetas y otros componentes celulares de la sangre.

Este líquido contiene agua, sales, anticuerpos y otras proteínas y usualmente se utiliza en terapias para personas con deficiencias del sistema inmune, hemofilia o que hayan sufrido traumas como quemaduras o mordeduras de animales con rabia.

Antes de que se descubrieran los antibióticos, el plasma también era un tratamiento común para combatir infecciones bacteriales.

Hay registros de que durante la pandemia de gripe de 1918, más de 1.700 personas recibieron transfusiones de plasma, pero es difícil determinar qué tan efectivas fueron con base en los estándares de la medicina de hoy.

¿Cómo funciona?

Cuando una persona tiene una infección, su organismo reacciona creando anticuerpos para defenderse.

Una vez la persona se recupera, esos anticuerpos quedan almacenados en el plasma durante semanas o incluso años.

La terapia de transfusión de plasma convaleciente se basa en que el enfermo reciba los anticuerpos que ya vencieron al virus en otra persona.

Los expertos también le llaman «terapia de anticuerpos pasiva», porque en vez de esperar a que el organismo cree sus propios anticuerpos, como ocurre con las vacunas, aquí se trata de irrigar su sangre con un plasma que ya tiene los tiene.

¿Por qué intentarlo ahora?

La técnica del plasma convaleciente ya se ha estudiado en epidemias de otras enfermedades respiratorias como la del SARS en 2003, la gripe H1N1 en 2009 y la de MERS en 2012.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) considera que el plasma convaleciente es un tratamiento «prometedor» y ya autorizó que se utilice en pacientes de covid-19 que enfrenten «amenazas severas o inmediatas para su vida».

La misma FDA, sin embargo, se refiere a la terapia de plasma como un «tratamiento en investigación» que «no ha mostrado ser efectivo en todas las enfermedades en las que se ha estudiado».

La agencia, dependiente del Departamento de Salud de EE.UU., dice que es importante hacer ensayos clínicos para determinar si el plasma convaleciente es «seguro y efectivo» para tratar a pacientes de covid-19, y esa es la tarea que se puso un grupo de investigadores del país.

«La historia nos da optimismo, pero tenemos que probarlo con el coronavirus», le dice a BBC Mundo el médico inmunólogo Arturo Casadevall, jefe del Departamento de Microbiología Molecular e Inmunología en la Universidad Johns Hopkins.

Casadevall es el líder de un proyecto que reúne a 34 hospitales y universidades de 17 estados EE.UU. que se preparan para hacer pruebas clínicas de plasma convaleciente en pacientes de covid-19.

Este proyecto se basa en recibir donaciones de plasma de personas que ya se hayan recuperado de la enfermedad.

Instituciones prestigiosas como la Universidad Johns Hopkins, la Escuela de Medicina Mount Sinai y la Clínica Mayo están involucradas en el proyecto.

Pruebas y más pruebas

Aunque algunos hospitales en Nueva York ya comenzaron a aplicarles plasma convaleciente a pacientes de covid-19, Casadevall advierte que lo más importante es hacer pruebas clínicas controladas.

El médico se refiere a que en medio de las pandemias siempre se ha usado plasma, pero nunca se han hecho pruebas en las que se comparen los resultados de quienes reciben el plasma con un grupo de control que reciba un placebo.

Los integrantes del proyecto están a la espera de que en los próximos días la FDA les de autorización para hacer estas pruebas.

En países como Reino Unido y Colombia también están en marcha planes para hacer pruebas clínicas controladas con plasma convaleciente.

Los resultados de estos ensayos servirán para probar la efectividad de la técnica, así como para saber si tiene mejores resultados como tratamiento preventivo, como algo que se deba hacer durante las primeras etapas de la enfermedad o como un último recurso en pacientes graves.

También será clave responder preguntas acerca de la cantidad de anticuerpos necesaria, cuánto tardan los pacientes en mostrar una reacción positiva y qué tan duradera es la protección que podrían desarrollar.

Esperanza

Durante esta pandemia de Coronavirus, en China ya se hicieron estudios que mostraron que el trasplante de plasma puede tener buenos resultados. Estas pruebas, sin embargo, no se llevaron a cabo con un grupo de control.

«Aún no se conoce si el plasma convaleciente es efectivo para el covid-19, pero hay datos aislados que sugieren que lo podría serlo», le dice a BBC Mundo el médico inmunólogo especialista en trasplantes Joaquín Madrenas, director científico del Instituto Lundquist, afiliado a la Escuela de Medicina de la Universidad de California en Los Ángeles, donde también es profesor.

«Dada la incertidumbre sobre el plasma convaleciente, su uso se considera aún experimental y por ello son necesarios estudios controlados que demuestren o descarten su eficacia», dice Madrenas.

Casadevall, por su parte, advierte que los resultados de estas pruebas pueden tardar «varias semanas» y aunque es escéptico, tiene un tono optimista.

«La historia de la terapia de plasma da esperanza, pero hasta que no hagamos la prueba clínica no tendremos certeza».

Fuente: BBC