El secreto de la eterna juventud femenina podría estar en los ovarios
Cremas, dietas antioxidantes, deporte… Las estrategias que usan mujeres y hombres para intentar frenar las consecuencias de la edad son de lo más variopintas, pero todas externas al organismo. Sin embargo, científicos de la Universidad Estatal de Utah han descubierto que una de las claves de la juventud, al menos en el caso de las mujeres, podría estar alojada en su propio cuerpo. Más concretamente, en sus ovarios.
Los investigadores, que han presentado sus hallazgos en el último congreso de la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva, trasplantaron ovarios procedentes de ratones hembra jóvenes a roedores en estropausia, el equivalente a la menopausia en humanos. Cuatro meses después del proceso, observaron que se habían revertido los efectos del envejecimiento en el metabolismo y el sistema inmune de los animales.
Con el trasplante había aumentado la concentración de linfocitos T vírgenes, un grupo de células que protegen al cuerpo de infecciones que disminuyen con la edad. Además, los ovarios jóvenes absorbían glucosa de la sangre más deprisa que los envejecidos, lo que suponía una importante mejora metabólica.
En otro estudio anterior, los mismos investigadores ya habían demostrado que los roedores hembra trasplantados pueden llegar a vivir hasta un 40% más, pero el mecanismo por el que los nuevos tejidos causan estos efectos beneficiosos continúa siendo un misterio.
Aún no se sabe si el proceso podría aplicarse en humanos, incluso trasplantando tejido ovárico de la misma mujer previamente congelado. Actualmente, se aplica un procedimiento similar que permite tener hijos a mujeres tras un tratamiento contra el cáncer y se estudia el método de la conservación y trasplante de tejido ovárico para retrasar la menopausia en las que han sobrevivido a la enfermedad.
No obstante, científicos como William Ledger, de la Universidad de Nueva Gales del Sur en Australia, se muestran escépticos. Ledger no cree que los tejidos trasplantados permanezcan suficiente tiempo en el cuerpo como para proporcionar efectos duraderos en la salud.
Fuente: CienciaXplora