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El cerebro puede ver después de un accidente cerebrovascular

Una nueva técnica descubre que la rehabilitación personalizada de la visión es posible tras un ataque cerebral

Los ojos pueden seguir viendo después de un accidente cardiovascular, pero el cerebro dañado no puede interpretar las señales visuales. Una rehabilitación personalizada podría conseguir la recuperación de la visión.

Científicos del Reino Unido han descubierto que después de un accidente cerebrovascular hay áreas del cerebro que todavía pueden ver, lo que contribuirá a diseñar programas de rehabilitación personalizados para los supervivientes de estos episodios.

Un accidente cerebrovascular ocurre cuando el flujo de sangre a una parte del cerebro se detiene. Los accidentes cerebrovasculares son una de las principales causas de muerte y discapacidad en todo el mundo.

La pérdida del campo visual es una complicación común y devastadora de los accidentes cerebrovasculares. Este tipo de pérdida de la vista afecta a un lado de la visión de una persona y es causado por un daño en la vía visual del cerebro.

En la actualidad, no existe unanimidad sobre las posibilidades de rehabilitar la visión tras un accidente cerebrovascular, por lo que lo que ha descubierto la nueva investigación tiene una importancia significativa.

Imágenes cerebrales

Los autores de esta investigación utilizaron imágenes obtenidas mediante resonancia magnética (IRM) para cartografiar las respuestas del cerebro a los estímulos visuales después de un accidente cerebrovascular.

Observaron que, en los supervivientes de accidentes cerebrovasculares con pérdida de la visión, sobrevivieron áreas neuronales sensibles a la luz que no son detectadas por las pruebas de visión actuales.

La pérdida del campo visual después de un accidente cerebrovascular generalmente se diagnostica mediante perimetría, una técnica que utiliza luces brillantes de diferente tamaño y brillo para evaluar la respuesta visual de un paciente.

Sin embargo, la perimetría solo proporciona un mapa aproximado de la función visual residual y no puede identificar las vías neuronales que no procesan la información visual.

visión residual

Los autores de la nueva investigación combinaron perimetría detallada y múltiples conjuntos de datos de imágenes cerebrales adicionales para dibujar las vías visuales afectadas en el cerebro en cuatro supervivientes de accidentes cerebrovasculares.

Al medir con la nueva técnica las respuestas en el cerebro a los estímulos visuales, puede observar el campo visual de los supervivientes de accidentes cerebrovasculares con mucha más precisión, en comparación con la perimetría.

Cuando superponen sus mapas de campo visual con mapas de perimetría, pueden ver puntos en el campo visual que aún provocan una respuesta del cerebro.

comunicado. «Al examinar diferentes tipos de escáneres cerebrales, podemos ver áreas de ‘visión residual’, lugares donde los ojos y el cerebro aún pueden procesar imágenes, incluso si esto no llega a la conciencia», explica Denis Schluppeck, autor principal del estudio, en Naciones Unidas

Ojos que ven, cerebro que no siente

Los investigadores explican que un concepto erróneo común con la pérdida de la vista relacionada con un accidente cerebrovascular es que afecta a la visión a través de un ojo en particular.

Sin embargo, lo que realmente sucede es muy diferente: los ojos siguen viendo, pero el cerebro no puede procesar parte de la información visual, por lo que la persona no es consciente de todo lo que está viendo.

Usando la resonancia magnética para identificar estas áreas de visión funcional, los médicos podrán trabajar con el superviviente de un accidente cerebrovascular y entrenarlo para recuperar alguna función en ese lugar en particular, señalarán los investigadores.

Las estrategias de rehabilitación para la pérdida de la visión en un accidente cerebrovascular consisten en el fortalecimiento de las vías visuales existentes o en la creación de rutas alternativas en el cerebro.

La combinación de imágenes cerebrales y pruebas optométricas proporciona una forma práctica de comprender en qué áreas del cerebro enfocarse para la rehabilitación.

En el futuro, los investigadores planean usar lo que han aprendido para comprender otras formas de pérdida visual.

Fuente: Tendencias21