Descubren moléculas en veneno de alacrán capaces de combatir células cancerígenas
El proyecto se encuentra en trámite para patentar los antibióticos en nuestro país
Investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en conjunto con científicos de la Universidad de Standford y el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, descubrieron, aislaron y sintetizaron dos moléculas nuevas de antibióticos a partir de veneno de una especie de alacrán, que tiene propiedades para matar las bacterias causantes de infecciones en la piel, neumonía y tuberculosis, además de detener el crecimiento de células tumorales malignas.
El estudio encabezado por Lourival Domingos Possani, académico del Instituto de Biotecnología (IBt) de la Máxima casa de estudios, detalló que se trata de “benzoquinonas”, un pigmentario amarillento con propiedades curativas que se encuentra en artrópodos, hongos y plantas.
“Son unos antibióticos que no están como tales en el alacrán, éste tiene unas sustancias que son precursoras del antibiótico. Cuando nosotros sacamos el veneno del alacrán, al contacto con el aire atmosférico el oxígeno modifica al precursor y hace aparecer un color del veneno”, explicó.
Las nuevas moléculas se extrajeron del veneno del alacrán “Diplocentrus melici”, del estado de Veracruz y fueron caracterizados químicamente por resonancia magnética, con ayuda de la Universidad de Stanford, se lee en un comunicado de la UNAM.
El equipo de estudiosos probó los potentes antibióticos en modelos animales y en cultivos celulares y concluyeron que estos matan las bacterias del Staphylococcus aureus (que causa neumonía, infección en la piel, entre otras enfermedades) y detienen el crecimiento de las células cancerígenas. Por su parte, el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (CDMX) determinó que son un buen medicamento para suprimir la tuberculosis.
El proyecto actualmente se encuentra en trámite para patentar los antibióticos en nuestro país y posteriormente en Estados Unidos, Europa, Sudáfrica y China.
De acuerdo con el Domingos Possani, una vez que las licencias ya estén funcionando, los beneficios se dividirán entre la UNAM, la Universidad de Standford y el Instituto Salvador Subirán.
“Ahora, lo que falta es encontrar una compañía farmacéutica que esté dispuesta a invertir para hacer los ensayos clínicos. Una vez aprobada por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios se tienen que hacer los ensayos preclínicos en varios tipos de animales (nosotros ya lo hicimos con ratón) para demostrar que no hace daño, y después hacer las fases clínicas para poderlo usar en humanos”, finalizó.
La investigación obtuvo el segundo lugar en la novena edición del programa para el Fomento al Patentamiento y la Innovación, organizado por la UNAM.
Fuente: informador.mx