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Descubren el camino de la longevidad intracelular

La búsqueda de pistas sobre cómo vivir vidas más sanas y más largas ha llevado a los investigadores del Colegio de Medicina Baylor, en Estados Unidos, a mirar dentro de las células del gusano ‘Caenorhabditis elegans’. Los investigadores informan en la revista ‘Developmental Cell’ sobre el descubrimiento de una vía intracelular que media ajustes metabólicos que promueven la salud y la longevidad en el gusano.

«En mi laboratorio, estudiamos la regulación de la longevidad utilizando ‘C. Elegans’ como modelo animal», explica el autor correspondiente, el doctor Meng Wang, profesor del Centro Huffington sobre el Envejecimiento, de Genética Molecular y Humana, y presidente del área de Envejecimiento en Baylor. «En este estudio, buscamos respuestas a nivel celular, investigando cómo los compartimentos intracelulares de la célula trabajan juntos para mantener la célula sana y vivir más tiempo», añade.

Wang y sus colegas observaron específicamente dos orgánulos esenciales, o compartimentos, de células: los lisosomas, en su mayoría conocidos como el centro eliminador de la célula que descompone los materiales celulares y los recicla, y las mitocondrias, las estructuras a cargo de la respiración que producen energía para la célula.

«En nuestro trabajo anterior, encontramos una vía específica de señalización de los lípidos lisosomales que promueve la longevidad –dice Wang, quien también es miembro del Centro de Cáncer Integral Dan L Duncan e investigador en el Instituto Médico Howard Hughes–. Aquí encontramos que la inducción de esta vía de señalización lisosomal activa genes mitocondriales específicos, que a su vez desencadenan un cambio metabólico de usar glucosa a usar grasa como fuente de energía, así como otras respuestas».

Cambio de azúcar a lípidos como fuente de energía

Las células pueden usar azúcar o lípidos como combustibles, y el cambio de los primeros a los últimos genera una serie de respuestas celulares que mejoran la capacidad metabólica. «En general, los gusanos se vuelven más magros porque usan lípidos en lugar de azúcar y, al mismo tiempo, están mejor protegidos de los daños oxidativos. El resultado es que tienen una vida útil más larga y saludable –afirma Wang–. Este trabajo es el primero en mostrar cómo los lisosomas se dirigen a las mitocondrias para regular la longevidad».

Los investigadores anticipan que otros orgánulos celulares también se comunican entre sí para regular el envejecimiento saludable. «Los orgánulos celulares son muy dinámicos; se comunican entre sí por interacción física y/o por comunicación bioquímica –dice Wang–. Creemos que, durante el proceso de envejecimiento, esta comunicación se interrumpe, lo que lleva a una interrupción de la comunicación o la falta de comunicación entre los orgánulos, lo que, a su vez, puede conducir a problemas metabólicos, enfermedades y envejecimiento. Si podemos entender cómo se comunican los orgánulos, podemos encontrar formas de ayudarlos a continuar su conversación de manera que ayuden al organismo a vivir más sano durante más tiempo».

Fuente: EP