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Desarrollan un método para transportar células madre a largas distancias

El camino que recorren las células madre entre el laboratorio donde son procesadas y el recinto hospitalario donde serán implantadas al paciente, debe ser lo suficientemente seguro para garantizar tanto su supervivencia como su utilidad.

La situación se complica cuando las células madre deben ser trasladadas a sitios remotos durante mucho tiempo.

Para los tratamientos clínicos, es importante contar con los estándares de almacenamiento y las condiciones de transporte idóneas que garanticen la viabilidad y funcionalidad de estos productos biológicos.

Recientemente, investigadores de la Unidad de Terapia Celular del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (UTC-Ivic) diseñaron un método para transportar células madre a largas distancias y de manera exitosa.

En este nuevo sistema, las células madre estromales mesenquimales son cultivadas en microesferas de colágeno y posteriormente incorporadas a un coágulo de plasma rico en plaquetas.

Las microesferas de colágeno funcionan como andamios, ya que ofrecen “una superficie óptima para la adhesión, migración y proliferación de células madre mesenquimales”, indicaron los autores del estudio, publicado recientemente en la revista Injury.

De igual forma, demostraron que los coágulos de plasma rico en plaquetas son un excelente soporte tridimensional que favorece el crecimiento celular.

Además de comprobar la estabilidad estructural del soporte, los expertos de la UTC-Ivic analizaron los efectos de diferentes temperaturas y tiempos de almacenamiento sobre la viabilidad y funcionalidad de las células madre mesenquimales.

Los mejores resultados (superiores al 90%) se obtuvieron en las primeras 12 horas de ser preparadas en el laboratorio, a temperatura ambiente y 37 °C. Al transcurrir las siguientes 24 horas, a temperatura ambiente y 37 °C, la viabilidad y funcionalidad fue de entre 80% y 90%.

Sin embargo, los especialistas recomiendan mantener las células madre mesenquimales a temperatura ambiente, ya que de esta manera no se necesita un acondicionamiento especial, como ocurriría a 37 °C.

“También podemos garantizar una buena viabilidad y funcionalidad a las 48 horas, pero el tiempo óptimo con el que trabajamos es el de 24 horas y la temperatura ambiente nos funcionó mejor que la de 4 °C”, señaló Olga Wittig, inmunóloga de la UTC-Ivic y autora principal de la investigación.

Wittig afirmó que para todos los casos de regeneración ósea tratados en el estado Mérida y los que se encuentran en fase experimental en el estado Zulia para la regeneración de piel en pacientes quemados, se ha usado esta metodología, con resultados muy satisfactorios.

“Es nuestro protocolo estándar para el transporte de muestras. Es de bajo costo, no implica gran equipamiento ni tampoco permisos complejos que tramitar. Es muy práctico y confirmamos que funciona”, precisó Dylana Díaz-Solano, inmunóloga de la UTC-Ivic y coautora del trabajo.

Las células madre estromales mesenquimales son capaces de diferenciarse en tres tipos celulares: osteoblastos (formadoras de hueso), condroblastos (precursoras de cartílago) y adipocitos (generadoras de tejido adiposo).

Para este estudio, los científicos de la UTC-Ivic emplearon células madre mesenquimales de médula ósea de tres pacientes ingresados al protocolo de regeneración ósea. Los experimentos se realizaron tanto in vitro como in vivo (con animales de laboratorio).

Según los resultados histológicos, las células madre “no solo sobreviven en las microesferas de colágeno dentro del coágulo de plasma rico en plaquetas después de la implantación en ratones, sino que mantienen su capacidad de inducir la osteogénesis in vitro”, sostuvieron los autores en la publicación.

Las células madre mesenquinales persistieron después de cuatro meses de su implantación, y proliferaron e indujeron la formación de hueso (osteogénesis) en el tejido subcutáneo de los ratones, sin evidencia de crecimiento anormal in situ.

En el proyecto también participó José Cardier, investigador y jefe de la Unidad de Terapia Celular del Ivic, única en Venezuela y Latinoamérica con la capacidad instalada para llevar a cabo tratamientos experimentales para la regeneración de hueso, piel y cartílago de rodilla con células madre.

Fuente: noticiasdelaciencia.com