Científicos editan el genoma humano en embriones para entender las primeras etapas de desarrollo
Científicos británicos del Instituto Francis Crick modificaron por primera vez de forma intencionada el genoma de embriones humanos con el objetivo de aumentar las tasas de éxito en los tratamientos de reproducción asistida, según detalla la revista científica Nature.
Para ello, modificaron poco después de la fecundación el genoma de 41 embriones, un procedimiento altamente polémico a nivel internacional. El portavoz del instituto aseguró que en Suecia se han hecho experimentos similares pero que no han sido publicados aún.
Con ayuda de la tecnología de edición genética CRISPR/Cas9, los científicos neutralizaron un gen que juega un papel clave en el desarrollo embrionario temprano. El estudio demostró que el gen OCT4 es necesario para el surgimiento correcto de un blastocito, a partir del cual se desarrolla a su vez el feto.
Al igual que en investigaciones anteriores que han involucrado modificaciones genéticas en embriones, estos sólo pudieron desarrollarse durante un corto plazo, en esta caso siete días, y no fueron implantados a ninguna mujer.
Según explican, los investigadores quieren comprender “de qué manera necesitan los embriones humanos determinados genes para desarrollarse de forma exitosa”.
Con este conocimiento, se podría ayudar en el futuro a evitar abortos involuntarios, indicaron.
La manipulación activa del ADN humano está prohibida en numerosos países. Los críticos temen que sirva para crear “bebés de diseño” con determinadas características deseadas.
La experta en bioética Sarah Chan, de la Universidad de Edimburgo, en Escocia, no ve este peligro en los experimentos en Reino Unido. “Está muy claro que el objetivo de los ensayos es la investigación básica”, declaró.
En tanto, investigadores chinos ya habían informado sobre la manipulación genética con el método CRISPR/Cas de embriones humanos no viables para analizar el gen que provoca la enfermedad sanguínea beta talasemia (o anemia mediterránea) y llegaron a la conclusión en la revista Protein & Cell que el procedimiento tiene que mejorarse antes de poder usarse a nivel clínico.
Fuente: DPA