El desarrollo podría conducir a mejores modelos de enfermedades en el laboratorio para probar la eficacia de los tratamientos
Los investigadores han desarrollado una nueva forma de generar grupos de células intestinales que pueden usarse, entre otras cosas, para hacer modelos de enfermedades en el laboratorio para probar tratamientos para enfermedades que afectan el sistema gastrointestinal.
Usando células madre pluripotentes inducidas por humanos, este nuevo enfoque combinó una variedad de técnicas que permitieron el desarrollo de grupos tridimensionales de células intestinales llamadas organoides in vitro que pueden expandir las pruebas de tratamiento de enfermedades en el laboratorio utilizando células humanas.
Los investigadores de Boston han desarrollado una nueva forma de generar grupos de células intestinales que se pueden usar, entre otras, para hacer modelos de enfermedades en el laboratorio para probar tratamientos para enfermedades que afectan el sistema gastrointestinal. Usando células madre pluripotentes inducidas por humanos, este nuevo enfoque combinó una variedad de técnicas que permitieron el desarrollo de grupos tridimensionales de células intestinales llamadas organoides in vitro, que pueden expandir las pruebas de tratamiento de enfermedades en el laboratorio utilizando células humanas.
Este proceso, publicado online en Nature Communications, proporciona una plataforma novedosa para mejorar las pruebas de detección de medicamentos y descubrir terapias novedosas para tratar una variedad de enfermedades que afectan el intestino, como la enfermedad inflamatoria intestinal, el cáncer de colon y la fibrosis quística.
Investigadores del Centro de Medicina Regenerativa (CReM) de la Universidad de Boston y el Centro Médico de Boston utilizaron células madre pluripotentes inducidas por humanos (hiPSC) donadas que se crean reprogramando células adultas en un estado primitivo. Para este estudio, estas células fueron empujadas a diferenciarse en células intestinales utilizando factores de crecimiento específicos para crear organoides en un gel.
Este nuevo protocolo permitió que las células se desarrollaran sin mesénquima, que normalmente en otros protocolos, proporciona apoyo para el crecimiento de las células epiteliales intestinales. Al eliminar el mesénquima, los investigadores pudieron estudiar exclusivamente las células epiteliales, que forman el tracto intestinal.
Además, utilizando la tecnología CRISPR, los investigadores pudieron modificar y crear una nueva línea de células madre iPSC que brillaba en verde cuando se diferenciaba en células intestinales. Esto permitió a los investigadores seguir el proceso de cómo las células intestinales se diferencian in vitro.
“La generación de organoides en nuestro laboratorio nos permite crear modelos de enfermedades más precisos, que se utilizan para probar tratamientos y terapias dirigidas a un tejido o defecto genético específico, y todo es posible sin dañar al paciente. Este enfoque nos permite determinar qué tratamientos podrían ser más efectivos y cuáles no, contra una enfermedad”, dijo Gustavo Mostoslavsky, doctor, codirector de CReM y profesor de la sección de gastroenterología del Boston Medical Center.
Usando este nuevo protocolo, los investigadores generaron organoides intestinales a partir de iPSC que contienen una mutación que causa la fibrosis quística, que generalmente afecta a varios órganos, incluido el tracto gastrointestinal. Los organoides intestinales con la mutación no respondieron a un fármaco, mientras que las células corregidas genéticamente sí respondieron, lo que demuestra su potencial futuro para el modelado de enfermedades y las aplicaciones de detección terapéutica.
El protocolo desarrollado en este estudio proporciona pruebas sólidas para continuar utilizando iPSC humanas para estudiar el desarrollo a nivel celular, la ingeniería de tejidos y el modelado de enfermedades con el fin de avanzar en la comprensión y las posibilidades de la medicina regenerativa.
Fuente: mundodiario.com