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Científicos crean modelos 3D de tumores que revolucionan la investigación del cáncer de mama triple negativo

Un grupo de investigadores de Virginia Commonwealth University y otras instituciones ha dado un paso importante en la investigación del cáncer de mama más difícil de tratar: el cáncer de mama triple negativo (TNBC). Este tipo de cáncer representa una amenaza seria porque crece muy rápido, se disemina temprano y no responde a las terapias hormonales comunes.

Pero ahora, los científicos han encontrado una herramienta poderosa para enfrentarlo: los modelos tridimensionales (3D) creados a partir de tejidos reales de pacientes. El estudio fue publicado en la revista científica Cancers, y destaca cómo estas tecnologías están cambiando las reglas del juego.

¿Por qué el cáncer de mama triple negativo es tan complicado?

Este tipo de cáncer no tiene receptores de estrógeno, progesterona ni HER2. Eso significa que las terapias dirigidas que funcionan para otros tipos de cáncer de mama no sirven aquí. Por eso, los médicos deben usar quimioterapia general, que no siempre es efectiva y puede causar efectos secundarios severos.

Además, este tipo de cáncer suele hacer metástasis rápidamente, lo que lo convierte en uno de los más peligrosos.

Modelos 3D: pequeñas réplicas de tumores reales

Los investigadores explican que los modelos en 3D son como mini tumores cultivados en laboratorio que replican mucho mejor el entorno real del cuerpo humano. A diferencia de las células planas cultivadas en una placa (modelos 2D), estos modelos recrean la estructura, comportamiento y respuesta del tumor como si estuviera dentro del cuerpo.

Entre los más prometedores están los organoides derivados de pacientes (PDOs) y los organoides derivados de xenoinjertos (PDXOs). Ambos se generan a partir de tejidos tumorales reales, por lo que conservan las características genéticas y moleculares del cáncer original.

Tecnología de punta para entender mejor el cáncer

Estos modelos en 3D permiten a los científicos ver cómo el tumor se desarrolla, cómo se comporta y cómo reacciona a diferentes medicamentos. También les ayuda a descubrir nuevas mutaciones, mecanismos de resistencia y posibles dianas terapéuticas.

Además, permiten realizar estudios con técnicas avanzadas como análisis multi-ómicos, que examinan genes, proteínas y metabolitos al mismo tiempo. Gracias a esto, los tratamientos pueden adaptarse mejor a cada paciente, acercándonos a una medicina verdaderamente personalizada.

¿Qué diferencia hacen estos mini tumores?

Los científicos han demostrado que los modelos 3D responden de manera muy distinta a los fármacos en comparación con las células planas. Por ejemplo, algunos medicamentos que parecen funcionar en modelos 2D no tienen efecto en los 3D.

Esto es crucial, ya que muchos tratamientos que parecen prometedores en laboratorio fallan cuando se prueban en humanos. Con estos nuevos modelos, es posible predecir con más precisión si un fármaco funcionará en un paciente real.

También hay desafíos en el camino

Aunque los modelos 3D ofrecen muchas ventajas, no todo es tan simple. Cultivarlos requiere condiciones muy específicas, como medios de cultivo especiales, uso de matrices extracelulares, y monitoreo constante.

También hay diferencias dependiendo del tipo de modelo: algunos son con andamios, otros sin andamios, y cada uno tiene sus pros y contras. Por eso, es clave elegir bien el modelo según el objetivo del estudio o tratamiento.

¿Cómo se estudian estos modelos?

El equipo también menciona técnicas de última generación como la microscopía de células vivas y ensayos terminales, que ayudan a observar el comportamiento de las células en tiempo real. Estas tecnologías permiten detectar cómo se multiplican las células, si migran, si se mueren y cómo interactúan con su entorno.

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Esto es esencial para entender cómo avanza el cáncer y qué lo detiene. Además, se están probando nuevos tipos de cultivos, como esferas celulares (esferoides) y agregados celulares, que ofrecen aún más información.

¿Qué significa esto para los pacientes?

En resumen, los modelos 3D permiten hacer pruebas más reales y obtener resultados más útiles. Gracias a ellos, se pueden probar múltiples tratamientos en el laboratorio antes de aplicarlos al paciente, lo que aumenta las probabilidades de éxito.

También ayudan a reducir la dependencia de modelos animales, haciendo que la investigación sea más ética y eficaz. Este tipo de tecnología puede cambiar la manera en que se hacen los ensayos clínicos, eligiendo solo los tratamientos más prometedores para llevarlos a prueba en humanos.

Conclusión

Este estudio marca un hito en la lucha contra el cáncer de mama triple negativo. Gracias a los modelos 3D, ahora es posible entender mejor el comportamiento de este tipo agresivo de cáncer y diseñar tratamientos más personalizados y efectivos. Aunque aún hay retos, el camino hacia una medicina más precisa y humana está más cerca que nunca. Si la ciencia sigue avanzando así, en unos años podríamos cambiar la historia de miles de pacientes.

Fuente: comunidad-biologica.com

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