Cáncer de páncreas: cómo una vacuna de ARN logró frenar la recaída de pacientes
La vacuna experimental logró activar el sistema inmune de 8 pacientes que participaron en un estudio que duró 18 meses: durante ese tiempo ninguno de ellos tuvo una recaída
Una vacuna basada en ARN, la misma molécula que abrió la puerta al desarrollo en tiempo récord de las vacunas contra la covid, ha mostrado resultados prometedores en la lucha contra el tumor más letal: el cáncer de páncreas. El inmunizante experimental ha conseguido activar el sistema inmune de 8 personas (de un total de 16) que participaron en un estudio que duró 18 meses: durante este tiempo ninguno de los pacientes tuvo una recaída.
El estudio, cuyos resultados han sido publicados en la revista Nature, se puso en marcha partiendo de un interrogante: cómo es que los tumores de supervivientes de la patología logran desarrollar hasta 12 veces más células inmunes (linfocitos T, un tipo de glóbulo blanco capaz de matar a otras células) que el resto de pacientes.
“El adenocarcinoma ductal pancreático (PDAC) es letal en el 88 % de los pacientes, pero alberga neoantígenos (las proteínas que producen el tumor) de células T derivados de mutaciones que son adecuados para las vacunas”, indica el documento firmado por los expertos del Centro de Cáncer Memorial Sloan Kettering de Nueva York, en Estados Unidos.
Los expertos han explicado que el motivo por el que el cáncer de páncreas es tan letal es porque el cuerpo no logra identificar el tumor y, por ende, no activa una respuesta para enfrentarlo. Dicho comportamiento silencioso impide, además, la aplicación de inmunoterapia, el tratamiento oncológico más exitoso de los últimos años.
“Tras analizar muestras de supervivientes a largo plazo, nos preguntamos si podíamos emularlo en el resto de los pacientes”, ha dicho a El País el doctor Vinod Balachandran, líder del equipo que desarrolló la vacuna. Para ello, los pacientes del estudio fueron intervenidos quirúrgicamente y del tumor extirpado se tomaban muestras que les permitían a los científicos generar una fórmula específica para cada persona gracias a una secuenciación genómica. El resultado del ensayo: la detección de hasta 20 neoantígenos que, a su vez, permitieron generar vacunas de ARN con moléculas específicas para el tumor.
De un total de 16 participantes, 8 mostraron respuestas inmunes sustanciales de linfocitos T tras el procedimiento, “lo que indica que la vacuna puede inducir una respuesta inmunitaria mejorada”, de acuerdo con los investigadores.
Asimismo, los autores del estudio lograron identificar que se elevó la cantidad de “linfocitos asesinos” en el organismo de los pacientes, lo cual minimizó las posibilidades de recaídas. Tras 18 meses de seguimiento, “los pacientes con células T expandidas por la vacuna tenían una media de supervivencia libre de recidiva más larga en comparación con los pacientes sin células T expandidas por la vacuna (13,4 meses)”, precisa el estudio. “Es difícil comparar lo que vemos en los pacientes vacunados con lo que vimos en los supervivientes a largo plazo, pero sí sabemos que el tipo de células inmunes que se activan son las mismas: los linfocitos asesinos T CD8+”.
El ensayo, en Fase I, supone un prometedor avance en la lucha contra el cáncer de páncreas, pero los expertos matizan que “hay que esperar”. “El estudio tiene datos muy prometedores, pero todavía le falta avanzar en las Fases II y III para tener algo concreto”, insisten.
El PDAC es la tercera causa principal de muerte por cáncer en los Estados Unidos y la séptima a nivel mundial. Con una incidencia creciente y una tasa de supervivencia del 12 %, que se ha mantenido prácticamente estancada durante casi 60 años, se prevé que esta agresiva patología cause aún más muertes en todo el mundo para 2025. De momento, la cirugía es el único tratamiento curativo para este tipo de tumor, pero casi el 90 % de los pacientes tienen recurrencia de la enfermedad en una media de 7 a 9 meses; y la supervivencia general de la enfermedad por más de 5 años es solo del 8 al 10%.
Fuente: mundiario.com